Clara Sánchez
Me encantaría que leyerais este relato que escribí a partir de las conversaciones que tuve como mi amiga Raquel, experta en el Calcolítico. Los datos que me daba me hacían imaginar un mundo con una espiritualidad tan primitiva y auténtica que algo ha debido de quedar impregnada en la piedra de monumentos como el de Stonehenge, tras dos mil años de su misterioso culto. Al no tener escritura, algunas cosas se pueden saber pero otras sólo suponerlas.
Artículo relacionado: El Santuario del Sol. Publicado en El País Semanal, 3 de agosto de 2008