Clara Sánchez
Hay que añadir un dato más al último texto de este blog: el "uso erótico" de sustancias por parte de los jóvenes para rendir más sexualmente (se recomienda leer el reportaje). Chico, chica, si eres joven y no tienes ningún problema de impotencia o frigidez, aprovecha para no tomar nada, para ser tú mismo, para actuar por atracción hacia otra persona y no porque estás hasta las cejas de lo que sea. Ten en cuenta que llegará el día en que quizá no tengas más remedio que recurrir a la química.
Es una manera bastante burda de sustituir a los brebajes de antaño, a los hechizos que generalmente se usaban para los encantamientos amorosos, para fascinar a alguien. Me parece mucho más humano: fascinar y luego lo demás. El enamoramiento en sí mismo una droga, ¿para qué más? Pasar a la fase dos a lo tonto, artificialmente, es no enterarse de nada. Aunque también hay que decir que no todo el mundo tiene la misma capacidad para seducir o dejarse seducir, pues bien para estos siempre han existido los afrodisiacos, que siempre me ha parecido algo puramente literario.
Lo interesante de nuestra mente es que no hay sustancia que pueda desencadenar las reacciones químicas que alguien que nos gusta mucho. No hay esfuerzo de concentración mayor que atribuirle a esa persona las maravillosas cualidades que queremos encontrar en él.