Clara Sánchez
Hacemos tantas cosas al cabo del día en las que ni reparamos, encender el ordenador, mirar por la ventana, saludar a un vecino, subir las escaleras. Ahora bien, si lo grabásemos (en plan El Show de Truman) ya no lo olvidaríamos por completo y sabríamos que lo habíamos hecho. Por lo que no es tan descabellado pensar que llegará un momento en que llevaremos incorporada una nanocámara que lo irá registrando todo para que lo vivido no se pierda con la propia vida. Podría ser una manera de darle un poco más de cuerda al tiempo de cada uno, sin tener que dejar de hacer otras cosas para centrarse en el propio acto de grabar.
Se me dirá que la imagen no produce basura porque se puede borrar, eliminar, de lo que no estoy tan segura. ¿Quién nos garantiza que no permanecen fragmentos flotando en el aire y formando un extraño tejido, seguramente incomprensible, del que nosotros formamos parte sin saberlo?