Basilio Baltasar
El escritor adquiere una gran autoridad cuando habla de sí mismo. Es irrefutable y nadie puede desmentirlo. Lo mejor es creer en él a pies juntillas. Sólo así conoceremos su inabordable punto de vista.
Ciertos autores, que no nos atrevemos a citar, maltratan esta curiosidad y se recrean en una petulante fantasía autobiográfica. Se citan con la misma contundencia, se aluden con forzada modestia. Pero algo en su tono de voz los traiciona. No siempre lo percibimos. No siempre nos ofende.
Otros, sin embargo, son más parcos y por ello merecen nuestro agradecimiento.
John Banville declara en El País su arrogante desprecio por Franzen pero se
deleita en una singular confesión: escribir literatura supone saber que serás
derrotado.
¡Cuánta energía reverbera en esta frase! ¡Cuánto arrojo!