Skip to main content
Escrito por

Yoani Sánchez

Yoani Sánchez es licenciada en Filología. Reside en La Habana y combina su pasión por la informática con su trabajo en el Portal Desde Cuba. Fue premiada con el premio Ortega y Gasset de Periodismo por su blog Generación Y, que más tarde ha ganado el Premio BOBs al Mejor Blogs del Mundo de 2008 y el Premio del Jurado en Bitácoras.com 2008.

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Pronóstico reservado

?El estancamiento es la dinámica del deterioro? me dijo un amigo, entre filosófico y pesimista, al escuchar el discurso de Raúl Castro ayer en la Asamblea Nacional. La cuerda de nuestros pronósticos no había sido tensada esperando un posible anuncio de cambios, pero alguna expectativa nos quedaba alrededor de ciertas medidas largamente prometidas. Sin embargo, al pronunciar las palabras oficiales para cerrar 2009, el segundo secretario del Partido parecía estar más pendiente del freno que del timón, más cauteloso que emprendedor, mucho más conservador que atrevido. Nuestros parlamentarios, por su parte, volvieron a perder la oportunidad de hacer preguntas incómodas, oponerse en una votación o tener acaloradas discusiones. Quizás con ésta dejaron ir la última ocasión de impulsar una apertura desde arriba y romper con esa imagen de coro mudo que han mostrado durante más de tres décadas. Los debates ocurridos en el Palacio de las Convenciones y trasmitidos por la tele parecían sucederse en un país lejano que cuenta con tiempo suficiente para aplazar ?una y otra vez? las necesarias transformaciones. Ni siquiera el eufemismo de ?actualización del sistema económico? incluyó las más importantes demandas de la cargada agenda popular. De este cuarto periodo ordinario de sesiones, apenas si sacamos en claro el nombre del nuevo año, un menguado crecimiento del PIB que ?aún así? nos sigue pareciendo inflado y la amenaza de futuros recortes que nadie sustantiva. A pesar de ciertas frases de tono pragmático dichas en la alocución final, el voluntarismo y las  órdenes que llegan desde arriba siguen conformando la estrategia principal para gobernar el país. De manera que la figura del parlamentario pierde cada vez más importancia, pues el plan maestro se cuece en una sola oficina, se refrenda con apenas un par de firmas. No me sorprendería que en febrero o marzo se implemente un paquete de recortes y ajustes que no pasará ?ni siquiera? por la complaciente mano alzada de estos diputados. A mediados del año entrante se reunirá de nuevo la Asamblea Nacional para entregar su aplauso, su consabida dosis de complicidad y su silencio.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
21 de diciembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

La coca-cola del olvido o el guarapo de la nostalgia

Para Roberto San Martín He vivido aquí y allá. He sido una voz pidiendo el permiso para salir de mi país y una exiliada esperando por la autorización de entrada. La maquinaria me ha triturado con ambos lados de sus ruedas dentadas: por estar afuera y por decidir quedarme en mi Isla. Fui a un consulado para pagar las altas tarifas mensuales de permanecer en otro país y he tenido que enfrentar también el costo del regreso, la enorme suma personal de ser una ?retornada?. Durante dos años miré la Isla en la distancia y tuve el dilema de si tomarme la ?coca-cola del olvido? o el ?guarapo de la nostalgia?, pero ninguno de los dos pasó por mi garganta. Preferí el agridulce sabor de esta realidad. Tengo pesadillas de que entro por la aduana cubana y un uniformado me conduce a un cuarto gris. Rodeada de paredes despintadas y de una enorme foto de Fidel Castro, retiran mi pasaporte y me anuncian que si entro no podré ?nunca más? viajar a otro destino. Todo esto me lo explica un funcionario de cara sudorosa, que tiene una pistola en el costado y un bolígrafo sobresaliendo del bolsillo. Presiento que pasaré la eternidad frente a este ser de hoscas palabras, sin la posibilidad de cruzar la puerta hacia el salón donde me espera mi familia. La desazón llega a un punto en que me despierto y compruebo que sigo en mi casa, igual de presa, pero satisfecha de haber vuelto. Tan obsesivo sueño se alterna con otro en el que no me dejan volar hacia mi propio país. Estoy en un aeropuerto lejano, tratando de abordar una nave con destino a La Habana. La joven que chequea los boletos me dice que no puedo embarcar. ?Tenemos órdenes de no dejarla subir?, concluye, sin la carga dramática de quien acaba de notificar a otro su condición de expatriado. No hay nadie cerca a quien apelar y las pizarras electrónicas marcan las próximas salidas hacia New York, Buenos Aires, Berlín. Me siento y coloco el equipaje sobre mis piernas, para apoyarme en él e intentar dormir. Esto no puede ser verdad ?me digo? tengo que descansar y cuando despierte estaré en la cabina, a miles de metros de altura. Ya he probado con té de tilo, con leer historias de pilotos antes de acostarme y poner música relajante en la habitación. Pero lo único que terminará con esta secuencia onírica de enclaustramiento y expulsión es el fin de las restricciones migratorias para los cubanos. Quiero tener el derecho a viajar, como mismo quiero poder dormir sin ver al uniformado que me quita el pasaporte y sin escuchar el ruido de un avión que levanta vuelo, dejándome en tierra ajena.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
19 de diciembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Franquear una zona

Los conozco desde siempre, desde que me aventuré más allá de mi barrio de sucias fachadas hacia una Habana que no paraba de sorprenderme. Se puede decir que se parecen a casi todos mis amigos: peludos, alternativos y risueños. Son similares a esos jóvenes que abarrotaban nuestra sala hace unos años, para tocar guitarra y pasar el apagón entre canciones y poemas. Los muchachos de Omni Zona Franca lo mismo usan una cazuela como sombrero, una saya sobre sus piernas de varones o un largo cayado hecho con la rama de un árbol. Rebeldes en todo, rompen con la poesía edulcorada y apologética, con las normas del buen vestir y hasta con el arte institucionalizado y por tanto prudente. El escenario de sus performances es precisamente esa barriada de Alamar, diseñada para que en ella habitara el hombre nuevo. Hoy disfuncional conglomerado de edificios ?todos idénticos? donde nadie quisiera vivir y los que allí residen rara vez logran mudarse a otra zona. Tirados sobre la hierba sin mucha lógica urbanística, estos bloques de concreto han sido inspiración para varias acciones artísticas de Omni. Recuerdo cuando los vecinos de la zona llamaron a la policía al ver brazos y cabezas salir entre las lomas de la basura que ningún camión recogía hacía semanas. Fue la manera que encontraron estos jóvenes para decirles a sus conciudadanos: nos estamos ahogando en los desechos, apenas si logramos respirar en medio de tanto residuo. Cada diciembre, Omni organiza el Festival de Poesía sin fin y la actual edición ha estado marcada por el cierre de su local en la casa de cultura de Alamar. Entre patrullas de policías y la voz de un airado viceministro de cultura, a estos crónicos irreverentes les fue quitado un espacio que tenían desde hace doce años. Pudieron llevarse consigo los afiches, las cerámicas, un par de viejas máquinas de escribir y una laptop en la que editan videos y escriben para su página web. El programa de actividades se trasladó a las salas de sus casas y al garaje de un amigo, todo con tal de no suspender la larga ?fiesta de luz?. Hoy estarán cargando una enorme ofrenda por la salud de la poesía hacia el santuario de San Lázaro en el poblado del Rincón. Levantarán sobre sus brazos la enorme figura hecha con ramas y pedirán por un verso, una rima asonante o el estribillo de una canción de hip hop. Quienes les quitaron el viernes pasado su sede y los intentaron castigar con el nomadismo, no comprenden que el arte de ellos brota del asfalto, del loco que pide limosnas en una esquina y de esa ciudad lisiada pero intensa que es hoy Alamar. Un artículo sobre Omni Zona Franca que hice hace dos años



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
17 de diciembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

El patio de Karina, no es particular

Click here to view the embedded video. El lobo feroz o el loco del saco se llamaban en mi infancia de otra manera: la Reforma Urbana. Crecida en una casa de la cual mis padres no tenían papeles, cuando tocaban a la puerta nos recorría el sobresalto de que podía ser un inspector de la vivienda. Aprendí a mirar por las persianas antes de abrir, en una práctica que aún conservo, para evitar a esos husmeadores con portafolio que nos advertían de la fragilidad legal de nuestro hogar. La institución que ellos representaban era más temida en mi solar que la propia policía. Numerosas confiscaciones, sellos pegados en las puertas, desalojos y multas, hacían que a los guapos de Centro Habana les temblaran las mandíbulas cuando oían hablar del Instituto de la Vivienda. Por estos días ha regresado ese fantasma de mi niñez con lo sucedido alrededor del patio de mi amiga Karina Gálvez. Economista y profesora universitaria, esta simpática pinareña fue parte del consejo editorial de la revista Vitral y ahora es pilar imprescindible del portal Convivencia. Eso, en una sociedad donde la censura y el oportunismo crecen ?por todas partes?  como el marabú, puede interpretarse como un gran error por parte de Karina. Para colmo, siempre ha creído que la casa de sus padres, donde nació y vive hace más de cuarenta años, era una propiedad familiar, tal y como dice el título guardado en la segunda gaveta de su armario. Sobre la base de que construir en el propio patio debe ser algo tan íntimo como la decisión de dejarse crecer las uñas, levantó un ranchón sin paredes al que todos los amigos contribuyeron con algo. Poco a poco, aquello se convirtió en sitio para el debate, epicentro de la reflexión y lugar de peregrinaje imprescindible para creadores y librepensadores de Pinar del Río. Hasta el Obispo Emérito Ciro González vino a bendecir la Virgen de la Caridad que presidía aquel acogedor espacio. Recuerdo que Reinaldo y yo buscamos un ceramista que grabó la bandera y el escudo cubanos para el improvisado altar en el ya célebre ?Patio de Karina?. Comenzaron entonces las escaramuzas legales, los inspectores de la Reforma Urbana con sus amenazas de derrumbe forzoso y expropiación. Parecía que todo iba a quedar en una penalización monetaria o ?en el peor de los casos? en el derribo de lo construido. Pero a los que no han sabido edificar les produce un especial placer confiscar, quitar lo logrado por otros, incautar lo que ellos mismos no han creado. De manera que ayer martes, una brigada llegó a casa de mi amiga y le anunció que su patio ya no era suyo, sino propiedad de la empresa estatal CIMEX que colinda con la casa. A una velocidad rara vez vista por estos lares, levantaron una barrera de metal que en la noche se convirtió en un muro de ladrillos. Karina ?en su infinita capacidad de reír ante todo? me dijo que pintarán sobre la fea muralla un par de gallos de colores que anuncien la alborada. Al otro lado, el terreno que siempre le ha pertenecido ahora es usado por otros. Un día lo recuperará, lo sé, porque ni la Reforma Urbana, ni la policía política, ni la brigada de respuesta rápida que apostaron afuera podrán impedir que sigamos diciendo y sintiendo que ese es el Patio de Karina. Galería de fotos de Yoani Sánchez en Flickr



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
16 de diciembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Éramos tan pocos

Como el estornudo de una gripe deseada, la blogósfera alternativa cubana no deja de propagarse. Ya no se parece a ese páramo que mostraba ?si acaso?  unos pocas páginas con seudónimo en abril del 2007, cuando comencé con Generación Y. He perdido la cuenta de cuánto somos ahora porque cada semana me entero que han nacido, al menos, dos nuevos espacios virtuales. El bloqueo de varias plataformas bloggers y los constantes ataques sólo han servido para que el virus de la opinión libre mute hacia formas más complicadas de callar. El ADN de la expresión ciudadana no cederá ante vacunas basadas en la intimidación y la difamación: terminará por infectar a todos. La pluralidad de enfoques es el signo de las plazas de discusión que han encontrado en el ciberespacio un escenario más tolerante que en la realidad. Conozco sitios de catarsis ante la acumulación de frustraciones, mientras otros se especializan en la noticia o la denuncia. Van desde simpáticos blogs como Cuba Fake News hasta revistas cargadas de imprescindibles artículos al estilo de Convivencia. Sus autores son lo mismo ex oficiales de la contrainteligencia del Ministerio del interior que escritores desterrados de las editoriales oficiales. A todos los une la necesidad de pronunciarse, el tirante deseo de terminar con un ciclo de silencio que ha durado demasiado. Cual manojo de electrones libres, esta blogósfera no responde a jerarquías ni a figuras principales. Su fuerza está en que no es posible descabezarla, ni atraparla, por ser escurridiza y lúdica, no necesitada de tomar acuerdos ni de portar credenciales. En el tiempo en que se desarrolla una estrategia para combatirla, en que por allá arriba se reúnen, levantan un acta, bajan sus directrices hacia los posibles ejecutores de la censura, ya el número de estos sitios se está duplicando dentro de la Isla. Para cuando empiecen a entender de qué se trata y cómo se administra el antídoto, la fiebre blogger habrá hecho latir las sienes de miles de cubanos.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
15 de diciembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Anemia de argumentos

Foto: tomada de actualidad.orange.es Un molote agredió el pasado 10 de diciembre a mujeres que sólo llevaban gladiolos en sus manos. Puños levantados -instigados por policías vestidos de civil- rodearon a esas madres, esposas e hijas de los encarcelados desde la Primavera Negra de 2003. Varios de los atacantes se aprendieron el guión a la carrera y mezclaban las actuales consignas políticas con los gastados /slogans/ de hace casi tres décadas. Era una tropa de choque con licencia para insultar y golpear, otorgada ?justamente- por quienes debieran mantener el orden y proteger a todos los ciudadanos. En el noticiero del viernes, un periodista llegó a decir que quienes increpaban a las Damas de Blanco representaban al ?pueblo enardecido?, pero en la pantalla no se les notaba un solo viso de espontaneidad o de real convicción. Sólo parecían fanáticos con miedo, con mucho miedo. Me da vergüenza decirlo, pero en mi país los demonios de la intolerancia estuvieron de fiesta el día de los Derechos Humanos. Fueron incitados por quienes hace mucho perdieron la capacidad de convencernos con un argumento o de atraernos con una nueva y justa idea. Ya no tienen ni siquiera una ideología, de ahí que sólo les quede manejar los resortes del temor, apelar a los ?ejemplarizantes? actos de repudio para detener la creciente inconformidad. Sin embargo, en los rostros de esos convocados al linchamiento social se podía percibir como la duda alternaba con la furia y la exaltación con los temblores de saberse observados y evaluados. Por doloroso que sea, es fácil prever que quizás un día una multitud igual de irreflexiva y ciega dirija su cólera hacia los que hoy azuzan a unos cubanos contra otros. A falta de aperturas, de más comida sobre el plato, de cambios estructurales o ansiadas flexibilizaciones, el gobierno de Raúl Castro parece haber optado por el castigo como fórmula para mantenerse. No muestra resultados palpables de su gestión, pero hace sonar los oxidados instrumentos de la coacción y las viejas técnicas del castigo. En los últimos meses ya ni siquiera lanza promesas al vuelo, ni enuncia planes para fechas imprecisas. Más bien se ha llevado la mano al cinturón y no precisamente para apretárselo en un gesto de austeridad o ahorro, sino para usarlo como hacen los padres autoritarios, sobre el pellejo de sus hijos.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
13 de diciembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Canistel o El Dorado

Mi abuela me hablaba de él con el mismo arrobo que décadas atrás sus padres le habían contado el viejo sueño de El Dorado. Me revelaba su masa entre amarilla y naranja, seca en la primera mordida pero grata y suave una vez dentro de la boca. Su juego preferido consistía en explicarme el canistel, tarea ardua, pues no hay nada tan difícil como entender un sabor que nunca se ha probado. ¿Ana, a qué se parece?, le preguntaba yo, porque sólo la comparación podía ayudarme a acorralar el aroma de esa fruta ausente de mi vida. ?Como un mamey, pero más rico?, era la parca frase que lograba arrancarle antes de que se callara. Muchos de mi generación conocimos ciertos sabores de oídas, descritos por quienes habían atesorado en su memoria gustativa al níspero, el caimito, el marañón y la guanábana. Esa habilidad para activar las papilas gustativas con algo que nunca habíamos masticado, nos ayudó durante los años más duros del Período Especial. Sobre la litera de hierros oxidados de un albergue en Alquízar, yo refería para un grupo de muchachas cómo eran aquellas frutas que no habían ni siquiera probado. El cuento se repetía cada semana en una improvisada tertulia donde los temas principales eran ?sexo y comida?. Esta última, verdadera obsesión de todas las quinceañeras allí reunidas. Pasó el tiempo y hace una semana mi madre se apareció en casa con tres canisteles. Los había comprado a un campesino en un precio que excedía el de toda una jornada de trabajo. Pensé primero en Ana, que murió hace más de veinte años y en las últimas décadas de su vida no volvió a ver la dorada redondez que tanto la angustiaba. Teo fue quien dio la primera mordida e hizo un gesto raro antes de confirmar ?Es como un mamey?. Después regresó a su cuarto sin ver la indecisión en mi rostro. ¿Lo pruebo o no lo pruebo? ¿Y qué tal si no se parece a lo que me contaron? Felizmente, resultó ser a la medida de aquel canistel que ?mientras salivábamos las dos? mi abuela me había narrado.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
11 de diciembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Trasval

La tienda se alza en la aurícula izquierda de la calle Galiano esquina a San Rafael, donde antes hubo un Ten Cent carcomido por los años y la mugre. Verdadera nave espacial caída en un barrio que ha visto como muchos de sus comercios se convierten en albergues para damnificados, oficinas intrascendentes o locales cerrados por tupiciones albañales. Pero Trasval es diferente. El gran almacén, administrado ?según se dice? por el propio Ministerio del Interior, fue bautizado por la población como ?el museo?, pues más bien se iba a mirar que a comprar, debido a los altos precios ?en pesos convertibles? de cada mercancía. Trasval era jugar al capitalismo, con música indirecta, empleados con trajes y audífonos, cámaras por todas partes y productos que nuestros ojos nunca habían visto. Nos sentíamos como pollitos arropados por la luz de las lámparas y el tintinear de la melodía, que terminarían en el matadero de la caja contadora pagando por un abridor de latas el salario de tres meses de trabajo. En su interior, aún se exhibe una zona con implementos para piscinas, aunque desde hace varios meses las vendedoras no sonríen a los clientes ni les responden amablemente las preguntas. La última vez que estuve en ese bunker forrado de lozas negras, ya el desplome era inminente. El aire acondicionado no funcionaba, los empleados habían prescindido de la calurosa indumentaria con corbata incluida y en los anaqueles, metros y metros de un mismo producto anunciaban el declive. Todos los abridores de latas habían desaparecido y un rumor de escándalo por corrupción se extendía en sus pasillos. Su esplendor fue breve, su ganancia pudo haber sido enorme. Porque Trasval fue la más reciente trampa mercantil que nos tendieron a los cubanos, el último cebo elaborado por esa mezcla de comerciantes y policías secretos que tanto pululan en nuestros días. Individuos que lo mismo trafican con mercancías que con informes, venden una lámpara o vigilan en una esquina, cuentan las monedas o se soban la pistola que llevan en el costado.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
8 de diciembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Festivaleando

Diciembre ha sido siempre un mes para estar poco tiempo en casa. En la calle no hay tanto calor y el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano ofrece una amplia cartelera que nos tienta a salir. Es el momento de sacar los abrigos y de no molestarse cuando el ómnibus va demasiado lleno o cuando tenemos que caminar por la acera del sol. Al final de cada año, la gente se vuelve más amable porque le queda muy poco tiempo para angustiarse por los proyectos no concluidos. Son semanas en las que gravitamos en el conformismo, como si dijéramos ?Bueno, parece que tampoco fue el 2009, quizás será el 2010 ese año que estamos esperando?. Tradicionalmente, las colas se alargaban frente al Acapulco o al Chaplin, abundaban también las enguatadas con cuello de tortuga y las puertas de cristal rotas ante el empuje de los cinéfilos. Más que recrearnos con las imágenes proyectadas sobre la pantalla, por estos días disfrutábamos sumergirnos en una atmósfera festivalera. A veces, lo más interesante nos ocurría mientras esperábamos ?expuestos al viento frío? por una nueva tanda o cuando un amigo nos narraba la opera prima de algún joven director. Precisamente, esa burbuja de ilusión que se repetía cada diciembre,es la que no logro rehacer en esta 31 edición. Ni las temperaturas han bajado, ni mis amigos de entonces están sentados en las butacas, sino dispersos y alejados en varios continentes. Sigo viendo, eso sí, la asistencia masiva a cada película, determinada por la amplia cultura fílmica de los cubanos y también por la ausencia de otras opciones recreativas a precios accesibles. No hay mucho que hacer en esta ciudad donde los que no tienen pesos convertibles deben conformarse con el gratuito muro del malecón, de ahí que el Festival sea tan esperado y concurrido. Intentando salir de ese letargo cultural, he decidido que no me importe tanto si el invierno no ha llegado o si en la multitud hay muchos rostros ausentes. He optado por tomar la cartelera, decidir un título e ir corriendo a meterme en la irrealidad de una sala de proyecciones, mientras afuera sigue el calor y el éxodo.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
7 de diciembre de 2009
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.