Andrés Ortega
Algo importante está pasando en Turquía para el devenir del Islam: una posiblemente profunda re-interpretación del Corán para adaptarlo a los tiempos y a los valores sociales y morales contemporáneos y fusionarlo con la filosofía crítica occidental. Es lo que está impulsando el Gobierno de raíces islámicas de Erdogan, co-patrocinador con Zapatero de una Alianza de Civilizaciones que en este caso parece interna. Es una experiencia que conviene seguir de cerca pues reverberará en todo el mundo musulmán. El objetivo es lograr reducir la discriminación en contra de la mujer (lo más difícil) y prohibir algunas penas que se suelen asociar con la sharía (la ley islámica) como lapidaciones a adúlteras y amputaciones a ladrones, entre otras medidas. Y abrir el pensamiento islámico.
No se trata, claro está de reescribir el Corán, sino de revisar los hadices, la tradición oral y escrita que rodea los dichos, obras y opiniones de Mahoma, compilada dos siglos después de la muerte de éste, y por el cual se clarifica la literalidad del Corán. El Gobierno turco, a través del Directorio de Asuntos Religiosos (diyanet), ha impulsado esta revisión por parte de un grupo de estudiosos del islam de la Universidad de Ankara, junto a algún católico, como el jesuita Felix Körner, un experto en el islam. Según señalan, el proceso de revisión, que habrá durado unos tres años, está ya próximo a su conclusión en forma de una exégesis en cinco volúmenes del Corán.
Erdogan, al frente de un partido conservador, equivalente en islámico a lo que es la democracia cristiana, que barrió en las últimas elecciones el pasado verano, quiere mostrar su cara reformista, más allá del hecho de haber logrado cambiar las leyes para permitir que las mujeres estudiantes pudieran llevar el pañuelo islámico en las universidades turcas. Su Gobierno ha ido mucho más lejos que sus predecesores laicos a ultranza a la hora de impulsar una educación igual para niños y niñas o de suprimir los asesinatos por honor en la Turquía rural, como recordaba recientemente el Financial Times, y, para acercarse a la UE, ha suprimido la pena de muerte en tiempo de paz. Aunque también ha impulsado las escuelas coránicas. ¿Nacerá en Turquía el esperado Islam reformado del siglo XXI?