Vidas erráticas

Gianni Celati

EDITORIAL PERIFÉRICA

Son los años cincuenta en una ciudad italiana de provincias con cines, paseos y amores imposibles. La ciudad crece en la periferia, como crecen también los jóvenes amigos del narrador, un Celati inspiradísimo que compone tres historias memorables que se leen como una sola novela de iniciación.

Extraordinario libro, en ambos sentidos: excelente pero también singular, fuera de lo común, y tan fácil de leer como difícil de olvidar. Divertidísimos a la vez que entrañables, los personajes están dibujados con pulso maestro en dos trazos, pero resulta imposible olvidarlos. Recuerdan a Bartleby, aquella creación de Melville: preferirían siempre no hacer nada.

Pucci y su madre, Zoffi el filósofo de estanco y héroe moderno, el escritor Tritone. Chicos gordos y nómadas, chicos flacos convertidos en golfos de billar…

La concesión del Premio Viareggio a esta obra sólo ratificó lo que muchos lectores ya sabían: Vidas erráticas es la gran obra de madurez de uno de los mayores escritores europeos de este cambio de siglo.

PRINCIPIO DEL LIBRO

Zoffi era un chico muy estudioso y parco en palabras, siempre sumido en sus pensamientos. Me impresionaba lo sumamente serio que era en todo lo que decía. Llevaba una chaqueta modesta, la camisa con el cuello abrochado sin corbata, y al mirarte mantenía los ojos un poco entornados. Su madre era todo lo contrario: una mujer imponente con la cabeza siempre erguida como por soberbia y el aire de mandar en todos los que estaban a su alrededor. Venía de una familia en la que todos tenían nombres de la mitología griega, de modo que ella, viuda de buen ver con un estanco cerca de las murallas, era la señora Juno,* hija de un tal Saturno.

*Juno es Giunone en italiano, y significa también mujer de físico
imponente y escultural, así como orgullosa y altiva. (N. del T.) 

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