Francisco Ferrer Lerín
El esplendor de la ruina está vinculado a la vegetalización y a la ausencia de materiales innobles no mineralizados. La ruina espléndida la forman, pues, hierro, piedra y madera. La escayola, como las telas y los plásticos, son materiales innobles que, además, tardan en desaparecer.
Habría que ir a una clasificación de las aves en función de la rapidez en colonizar un edificio abandonado, clasificación que se obtendría utilizando los parámetros de una línea de investigación parecida, la que valora la rapidez en posarse en un objeto -farola, chatarra, mobiliario urbano- instalado en sus áreas de campeo. (La restauración convencional de un edificio supone la pérdida de capacidad para albergar especies rupícolas)
Es recomendable una maniobra de acercamiento a la ruina reciente. Por ejemplo prestar atención a las instalaciones ganaderas o a las estaciones de servicio cuando han sido abandonadas definitiva y absolutamente por razones de peso como, en estos dos casos, la inviabilidad de las pequeñas empresas del sector ante una situación general de exceso de oferta y el cambio de trazado de la red viaria por la construcción de una autovía. Se trata de configuraciones mortecinas que, contempladas a cierta distancia en sus primeras etapas de degradación, proporcionarán notable placer al diletante.
Escayola: yeso espejuelo calcinado.
Mineralizar: comunicar a una sustancia las condiciones de mineral o mena.