
Roberto Herrscher
El suplemento Cultura/s de La Vanguardia publicó mi comentario sobre la edición española de Frutos extraños, la colección de imperdibles crónicas, perfiles y reportajes de la maestra del retrato de no ficción a la acuarela Leila Guerriero, que es también mi editora en las revistas Gatopardo y Travesías. Leila publicó en Chile una nueva, amplia y suculenta antología, Plano Americano, pero por ahora, en España se consiguen su crónica de un "pueblo maldito" en la Patagonia, Los suicidas del fin del mundo, y estos extraños frutos, amargos y muy dulces…
Muy pocos cultores de lo que en Estados Unidos se llama periodismo literario y en Latinoamérica se conoce como ‘crónica’ tienen un estilo propio, inconfundible. La periodista argentina Leila Guerriero, nacida en Junín en 1967, lo tiene, y lo demuestra sobradamente en su primera colección de crónicas publicada en España. En Frutos extraños (Alfaguara, 2012) aúna riguroso apego a lo real y goloso afán literario.
La escritura de Guerriero es ascética como la de los poetas; sus frases, latigazos breves, son como las de los maestros norteamericanos de la novela negra; y hay algo que nadie hace como ella: cambia vertiginosamente de la narración al ‘aparte’ dirigido al lector, como cuando un actor se acerca al proscenio y lanza un comentario al público para que no lo escuchen los otros personajes, para luego seguir con la acción.
Estas virtudes se notan en los comienzos de sus crónicas: ninguno es igual a otro, pero todos son puro Guerriero. Al avanzar, la prosa se siente como perteneciente a una larga tradición literaria. La autora ha leído mucho y con provecho, pero rara vez aparece una cita erudita: las lecturas se notan en la elección de un símil o un adverbio mientras cuenta la historia de un gigante del baloncesto derrumbado por su propio mito, o la de un mago genial y manco, o la de una anciana aterradora acusada de envenenar a sus maridos.
Desde comienzos de siglo, Guerriero se despliega por el territorio del periodismo literario latinoamericano en varios frentes: como editora de algunas de las mejores revistas del género, como profesora y conferenciante, y sobre todo como autora de excelentes crónicas que publica en una decena de medios y que en España aparecen preferentemente en El País.
Frutos extraños es una generosa antología que muestra la variedad de temas y personajes que cubre, desde las investigaciones de los miembros del equipo de antropología forense argentino hasta el perfil de un legendario crítico cinematográfico uruguayo o la vida y el desparpajo del líder de un grupo de rap con síndrome de Down.
Los excelentes y muy disfrutables textos de Guerriero muestran también hasta dónde puede llegar esta amalgama de rigor periodístico con soltura y talento literario, que para muchos es la tabla de salvación del periodismo escrito en estos extraños tiempos de obligada rapidez y brevedad tuitera.