
Ficha técnica
Título: Esta canalla de literatura | Autor: Eduardo Gil Bera | Editorial: Acantilado | Colección: El Acantilado, 307 | Temática: Ensayos | Encuadernación: Rústica cosida | Formato: 13 x 21 cm | Páginas: 208 | ISBN: 978-84-16011-47-6 | Precio: 16 euros
Esta canalla de literatura
Eduardo Gil Bera
En este fascinante ensayo, Eduardo Gil Bera recorre la vida de Joseph Roth a partir de sus textos, su correspondencia y diversos testimonios de contemporáneos y estudiosos de su obra. Una peculiar biografía en quince actos que se acerca a uno de los grandes narradores europeos del siglo pasado y nos muestra la sorprendente mezcla de sabiduría, penetración psicológica e ingenuidad que le caracterizaron, así como la desusada conciencia de sí mismo que poseía este testigo heroico de la condición humana, cuya pasión estaba consagrada a la escritura.
«Todos los escritores de periódico deberían -deberíamos- aprender de la rabia de la pluma de Roth y, todavía más, de ese olímpico desprecio, que no era si no coraje, con que trató su propia vida». Gil Bera.
PENETRARSE DEL HECHO
A finales de julio de 1926, Joseph Roth partió de Viena hacia Moscú, de allá se dirigió a Leningrado, luego navegó por el Volga, llegó al mar Caspio, recorrió la costa hasta Bakú y visitó el Cáucaso. Había partido con gran ilusión y provisto de un buen número de direcciones de posibles interlocutores, desde Serguéi Eisenstein hasta Isaak Babel. Desde el 18 de septiembre y durante cuatro meses, se publicaron en el Frankfurter Zeitung, una vez por semana, sus reportajes sobre el gran país que había hecho la revolución.
En su entrega del 5 de octubre, «Por el Volga hasta Astracán », reflexionaba sobre la nueva división de clases en la sociedad soviética y mostraba irónica comprensión por las conquistas del joven Estado, muy celebradas por comerciantes y hosteleros. Roth se encontraba entonces en Odesa y, al mismo tiempo que enviaba el artículo para el periódico, escribía a Benno Reifenberg:
Aquí estoy leyendo a ratos a Lenin y a Victor Hugo, escritos políticos, compra casual, barato, viejo. Quizá lo note usted en mis artículos. Lenin es una gran cabeza dialéctica, Hugo es un gran corazón dialéctico y un estilista todavía más grande. Añoro París, no he renunciado a él, ni por un momento. Yo soy un francés oriental, un humanista, un racionalista con religión, un católico con cerebro judío, un auténtico revolucionario.