Juan Pablo Meneses
Cambiar el concepto de autor puede ser una tarea imposible. Aquí, como dije en la presentación, estaremos enfocados en esa misión. No será fácil. Hay costumbres arraigadas hace mucho tiempo. Por ejemplo, la costumbre de las mesas. Mesas redondas (que nunca son redondas) donde un grupo de escritores habla frente al público. Exponen, debaten, leen y sonríen. En el último tiempo hay muchos autores que, como los garzones, viven gracias a los que le dejan las mesa.
He participado en algunas mesas, descubriendo que hay nombres que se repiten con sospecha. Otras que no aparecen nunca. En el mundo de la crónica periodística, por ejemplo, hay autores que están en todas las mesas, otros que son invitados de forma intermitente, están los que aparecen rara vez y hay otros que nunca son invitados. ¿Qué tiene el autor de mesa al que siempre invitan? ¿Qué le falta al autor que nunca le llega invitación?
Daniel Riera, el mejor cronista argentino de su generación, casi nunca es invitado a debatir en público sobre su oficio periodístico. Daniel, que además es poeta y novelista y ventrílocuo, la mayor parte del tiempo está ausente. ¿Por qué no lo convidan? ¿Por pura miopía de los organizadores de mesas? ¿Tal vez no se porta tan bien? Quiere decir, entonces, que para ser un mesa-parlante-oficial-permanente hay que ser bien comportado y sonreír más de la cuenta.
La semana pasada, Daniel Riera estuvo invitado a una mesa en el Centro Cultural de España en Buenos Aires. Todo ocurría en el marco del encuentro Narrativas de Realidad, organizado por el CCEBA, una suerte de maratón de mesas hablando de la crónica en español. Pero Daniel no estaba invitado como autor, sino que como moderador ¿A quién se le ocurrió llevar a un autor a moderar?
Para partir la mesa (figurativa y literalmente), Daniel leyó un texto en el que hablaba de los 38 muertos durante el gobierno de Fernando De la Rúa y del edificio del CCEBA. Luego, se despidió amablemente, se paró y se fue. Dejando la mesa sin su moderación, aunque todos los que quedaron parecían bien moderados.
Hay un video de su lectura, y hay otro que muestra cuando Daniel se para y se va. Una semana después de la maratón de mesas, el único nombre que se recuerda y se repite y me pronuncian quienes fueron y participaron del encuentro Narrativas de Realidad, es el de Daniel Riera. Del resto, poco y nada. Todo se encarga de demostrar, una y otra vez, que las cosas están cambiando ¿Estamos frente a un nuevo concepto de mesas de autor?
@menesesportatil