Clara Sánchez
Un emblema de los tiempos que vivimos en cuanto a toros se refiere, y a nuestra piel de toro en particular, podría ser la iniciativa que han tenido los responsables del asunto de habilitar la plaza de Las Ventas de Madrid como pista de tenis para celebrar la semifinal de la Copa Davis entre España y Estados Unidos.
No es una crítica ni mucho menos, simplemente será curioso ver las gradas cubiertas por otro tipo de público, y en lugar de oír "Olé", oír (Noooo). Y en lugar de la profunda respiración del animal, escuchar ese característico quejido que algunos tenistas sueltan con el raquetazo, para darse fuerza seguramente. Y de paso el mundo tendrá la oportunidad de contemplar cómo es una plaza de toros. Puede quedar muy auténtico y muy nuestro, porque aunque a mí los toros me aburran y no sean lo mío, tenemos cantidad de tópicos que habría que rentabilizar más, exportarlos. Hay que pasar de rehuir el tópico a sacarle partido. ¿O no?