Marcelo Figueras
Yo sé que encontrar el programa no es fácil. Al menos en la grilla de mi servidor de cable, el canal 7 -que debería ser el más accesible de todos, en tanto es el único de los públicos con llegada de un extremo al otro del país- quedó en el desangelado número 15, esto es más allá de la secuencia de canales de aire, perdido entre una emisora de variedades y otra de deportes. Cosas de la política de medios… Pero en fin, aunque más no sea a juzgar por la primera emisión, la búsqueda vale la pena. El programa se llama Elepé -así como le decíamos a los viejos y hoy venerables discos de vinilo- y dedica cada una de sus emisiones a investigar cómo fueron concebidas las obras más memorables del rock argentino. En su debut de la semana pasada se dedicaron a El amor después del amor, que además de ser el disco más vendido de la historia del rock de estos lares marcó la consagración popular de Fito Páez y sigue siendo una de las cotas más altas de su obra. Este miércoles a las 23, si no leí mal por allí, le dedicarán la emisión al folk urbano de Pedro y Pablo, legendario dúo de Miguel Cantilo y Jorge Durietz.
Conducido por Nicolás Pauls, con producción periodística de Marcelo Fernández Bitar y guiones del escritor Eduardo Berti, Elepé es lo que suele llamarse a labour of love: un trabajo hecho por gente que no sólo conoce el paño, sino que además ama a esta música que ha sido tan determinante de nuestra cultura. Con producción general de Lisandro Ruiz y dirección de Javier Figueras (que, nobleza obliga a confesarlo, viene a ser mi hermano), el programa mostró en su debut las modalidades de su procedimiento: importa todo lo que confluye en el caldero donde se cuece una obra, desde las circunstancias históricas del momento hasta las personales -en el caso de Fito, su romance de entonces con Cecilia Roth-, pasando por las fuentes de inspiración en la composición de los temas, hasta el proceso mismo de grabación y la repercusión del disco. En la emisión original, fue particularmente didáctico ver a Tweety González mezclando pistas originales -mucha gente no tiene demasiada idea de cómo funciona una consola de grabación- y rescatando demos originales.
La gente de Elepé tiene a su disposición tantos discos maravillosos e imperecederos que se me hace agua la boca de sólo pensarlo: Charly García solista y con bandas, Spinetta solo y con bandas, Manal, los Redonditos, Alas, Arco Iris, Crucis, el debut de Baglietto, Gieco, Sumo, Soda Stéreo, Fricción, La Portuaria, Babasónicos… Va a ser todo un viaje, imagino, volver esta noche a la Argentina tan remota de la pre-dictadura, y entender hasta qué punto las canciones de Pedro y Pablo siguen hablando de cuestiones aun vigentes, a menudo por irresueltas. Como Cantilo, yo también podría cantar hoy: ‘Y sin embargo yo quiero a este pueblo / tan distanciado entre sí, tan solo’.
El arte verdadero nunca pasa de moda.