Clara Sánchez
Por lo demás quien quiera saber cómo es y adquirirlo por el módico precio de unos 35 euros más gastos de envío, circula por ahí publicidad que asegura hacer una reproducción fiel del original con un pentagrama en el centro encerrado en un círculo, que está custodiado por dos ángeles protectores. Y entre muchas cosas dice que "ha perdurado hasta nuestros días como un ideograma que conecta con las energías benéficas del Universo. Sería como un vórtice vibratorio que atrae lo mejor del entorno en beneficio de la persona que lo utiliza y lo lleva consigo".
He guardado el folleto sobre el poderoso sello del rey Salomón porque en el fondo está vendiendo poesía sin pretenderlo. Los promotores de este negocio para meternos por los ojos un simple anillo de plata lo han envuelto en una estupenda palabrería. Lo que me ha recordado el relato que cuenta Italo Calvino en Seis propuestas para el próximo milenio (Siruela) sobre Carlomagno y su fascinación por un anillo. Este libro de Calvino, al que vuelvo una y otra vez porque contiene las reflexiones más lúcidas, inteligentes y sensibles que se han escrito en torno a lo literario. Se trataba de unas conferencias que iba a impartir en una prestigiosa universidad de Estados Unidos y que lamentablemente no pudo pronunciar porque murió antes. Afortunadamente para nosotros tuvo tiempo de dejarnos estas reflexiones llenas de talento.