Javier Rioyo
Esta es una palabra que no elegí. Me persigue desde hace tiempo, quizá demasiado tiempo. Me encuentro cómodo en ella. Soy un poco raro y nunca me encuentro bien definido en grupos definidos. Como estravagario no está en ningún lugar, me gusta el sitio que ocupa.
Aunque, para decir algunas cosas concretas, habrá que recordar que es una palabra que tiene su autor. Algunos abogados y defensores de los derechos de autor dirán que también tiene sus derechos, no quiero decir su copy, ni esas cosas que dicen ellos. Yo sé que vino de ese grandote poeta, tan irregular, tan excelente, tan contradictorio -siempre eso, siempre así los que me gustan, mis semejantes, mis hermanos- que se llama Pablo Neruda. Alguna vez hablé de Pablo Neruda con ese poeta que ahora es Ministro, ¡qué raro!… Bueno, también Pablo, estravagario, fue diplomático. Qué risa. O mejor, ¡qué suerte!, al menos qué suerte para sus amigos. Un diplomático, bebedor, enamoradizo, serio y poco serio. Estoy un poco confuso, a punto de llegar a la ciudad tan querida, tan atlántica, tan extrema y tan contenida de Coruña. Ya veremos, al menos miraré al atardecer el humo de los barcos. Nunca coleccionaré mascarones de proa, pero me gusta ver partir, incluso llegar a los barcos.
Ahora que nuestro mundo cultural estará tan poético, antes de los naufragios y al lado de la tripulación, al menos de algunos que canten bien de esa tripulación, abro el libro del amigo Pablo. En Estravagario, ese libro menor según tantos listos, profundos, sentenciosos, me encuentro muchas veces. Me paro en una que define bien mi voluntad involuntaria que habla sobre mi mala educación…. "…Así para salir de dudas/ me decidí a una vida honrada/ de la más activa pereza, / purifiqué mis intenciones, / salí a comer conmigo solo/ y así me fui quedando mudo. / A veces me saqué a bailar, / pero sin gran entusiasmo, / y me acuesto solo, sin ganas, / por no equivocarme de cuarto. / Adiós, porque vengo llegando. / Buenos días, me voy de prisa. / Cuando quieran verme ya saben: / búsquenme dónde no estoy / y si les sobra tiempo y boca / pueden hablar con mi retrato."
Otro día hablaremos del gobierno. ¿O era: “mañana hablaremos del gobierno”? Sea lo que sea, algún día hablaremos del gobierno…o no.