Ficha técnica
Título: Palabradicción | Autor: Virgilio Ortega | Editorial: Crítica | Colección: Ares y Mares | Formato: 15,5 x 23 cm. | Presentación: Rústica con solapas | Fecha: mar/2016 | Páginas: 368 | ISBN: 978-84-9892-907-2 | Precio: 17,90 euros | Ebook: 9,99 euros
Palabradicción
¿Qué tiene que ver… Platón con los plátanos?
El libro se plantea como un juego y cada capítulo sigue siempre la misma estructura cuatripartita:
1) El título de cada capítulo tiene el mismo planteamiento: «¿Qué tiene que ver… Platón con los plátanos?», «¿Qué tiene que ver… una enciclopedia con el Ku-Klux-Klan?», «¿Qué tiene que ver… un sibarita con un sodomita?», etc.
2) A continuación, cada capítulo ofrece al lector 3-4 opciones para resolver esa pregunta, a cuál más sorprendente y con mucho sentido del humor.
3) Luego viene el cuerpo del artículo, planteado como una entrevista al autor, un auténtico diálogo entre el lector y el autor.
4) Por último, se da la solución correcta en un recuadro invertido.
¿QUÉ TIENE QUE VER…
…una mujer CULIBONIA de Pompeya
con una Venus CALIPÍGICA de Atenas?
(El diálogo como método)
OPCIONES:
1) Pues sí, las dos son clásicas: una, del mundo romano; la otra, del griego.
2) Nada. La etimología de la primera no tiene nada que ver con la de la segunda.
3) Bastante. Las dos vienen a decir lo mismo.
Preguntas y respuestas:
Lector (L): He leído su libro Palabrotalogía y recuerdo que la primera de esas dos palabras, «culibonia», era una forma de llamar a las prostitutas de Pompeya que se caracterizaban por tener un ‘culo bueno’, un buen culo.
Autor (A): ¡Bien, qué memoria! Y, si ha escuchado alguno de mis programas de radio, sabrá además que es una de mis palabras latinas favoritas. Retumba al pronunciarla: «culibonia». Del latín culus, ‘culo’, y bonus, ‘bueno’. La del ‘culo bueno’. (Véase Figura 1.1). Tan bueno como esa exquisitez gastronómica que son las «hormigas culonas» para algunos paladares latinoamericanos.
L.: ¿Por qué no me la explica algo más? Así nos regodearemos un poco más en ella.
A.: Sí, será un regodeo (en latín, gaudere significa ‘gozar’; por lo tanto, regaudere será ‘gozar una y otra vez’; asimismo, en latín, gaudium significa ‘gozo’ y, según Covarrubias (1611), el prefijo re- con el sustantivo gaudium darán ‘regodeo’). O sea, gozaremos repetidamente: repetiremos el gozo. Nos regodearemos. Así que, como dirá Cervantes en el Quijote (1605), «viva bien y hable mejor y caminemos, que ya es mucho regodeo éste».
L.: De acuerdo, caminemos. ¿De dónde les venía a los romanos el culus?
A.: ¡Con el culo hemos topado! Pues bien, la palabra latina culus les venía quizá del griego: de la palabra griega koilos. Del koilos al culus. Y de ahí a nuestro ‘culo’.
L.: ¿Y qué significaba koilos en griego?
A.: Pues koilos, en griego, tenía varias acepciones, a cuál más sugerente. Selecciono unas cuantas, tomándolas de un diccionario griego-español. Elija usted la que más le guste: ‘hueco’, ‘cóncavo’; ‘agitado’, ‘movido’; ‘cavidad’, ‘profundidad’; un río ‘crecido’, una ‘bahía’ en la que te engolfas. ¡Qué golfo!