Notas a pie de obra
Julián López
A lo largo de 44 notas consagradas a otras tantas de sus obras, el escultor Julio López Hernández (Madrid, 1930), un artista enraizado en la tradición del arte figurativo occidental, describe los procesos creativos en los que se implica durante el desarrollo de su tarea artística. Profusamente ilustrado con fotografías tanto de las 44 obras referidas en las notas como del contexto en el que fueron creadas.
PRÓLOGO
Retazos de la memoria: El tiempo circular
en Julio López Hernández
Desde la Antigüedad hasta nuestros días las obras maestras del arte, al igual que la vida y las opiniones de los artistas, han interesado a todas aquellas personas que, con intenso ardor, desean desentrañar la magia y el misterio de las grandes creaciones estéticas. Para ello, no solo reflexionan acerca de lo que sienten al contemplarlas, sino también buscan informarse, de manera pormenorizada, sobre lo que de su significado y trascendencia han pensado y escrito quienes tienen por oficio el entendimiento del arte. Sin el conocimiento de la denominada «literatura artística», elaborada a lo largo de los siglos, hoy no existiría la memoria viva de la producción artística del pasado, de los sucesivos cambios de estilo y la impronta de los diferentes gustos estéticos en las distintas culturas a nivel universal. Los historiadores y los críticos de arte han sido y siguen siendo los encargados de dicha tarea documental y esclarecedora. Ahora bien, la «literatura artística» no está solamente compuesta por la labor especializada de la investigación historiográfica. A los libros enciclopédicos y a los estudios de carácter general, las monografías, los artículos y catálogos acerca de la vida y las obras de los artistas, fruto de la erudición y el trabajo crítico y método científico de los expertos, hay que añadir los textos, más libres y espontáneos, escritos por los propios artistas, sean ya en forma de tratado, de ensayo filosófico, de manifiesto doctrinal, o ya declaraciones y opiniones recogidas por coetáneos admiradores o partidarios de su estilo. También hay que tener en cuenta los epistolarios a familiares y amigos, dietarios y diarios íntimos, que sus autores nunca pensaron que serían publicados. Para citar solamente algunos ejemplos significativos modernos desde el Renacimiento, recordemos El libro del Arte de Cennino Cennini, Los Comentarios de Giberthi, los manuscritos de Leonardo da Vinci, las Vidas de Vasari, la Autobiografía de Benvenutto Cellini, los pensamientos o propósitos de Poussin, las Cartas a Zapater de Goya, El Diario de Delacroix, las Cartas a su hermano Theo de Van Gogh, las opiniones de Rodin, la conferencia sobre el cubismo de Juan Gris, los libros sobre el constructivismo de Joaquín Torre-García o las obras literarias de Dalí, incluida sobre todo su Vida secreta. La lista podría ser mucho más larga y variada, pero aquí resultaría, además de excesiva, tediosa.
