
Ficha técnica
Título: Mundo cruel | Autor: Luis Negrón | Prólogo: Ignacio Echevarría | Editorial: Malpaso | Páginas 103 | Formato: 14 x 21 cm | Encuadernación: Tapa dura | Precio: 17,50 euros | Fecha: mayo 2016 | ebook: 6,99 euros | Premio Lambda 2014
Mundo cruel
Luis Negrón
He aquí nueve cuentos y nueve facetas de la experiencia homosexual. La atmósfera es puertorriqueña y el escenario, Santurce, un barrio de San Juan que no vive su mejor hora: «Cuadras y cuadras llenas de consultorios médicos, templos católicos, evangélicos, mormónicos, rosacruces, espiritistas, judíos y yoguísticos, si es así como se dice. Peste a alcantarillas las veinticuatro horas del día. Calor insoportable. Reguetón, salsa de la vieja, boleros, bachatas, velloneras, billares, máquinas tragamonedas. Barras de mujeres desnudas, barras de dominicanos, barras gays».
Todo es posible, ningún rincón escapa a la mirada del narrador. Una prostituta intenta huir de su destino; las comadres dictan sentencia sobre el indecoroso comportamiento del prójimo; un joven muestra la senda que conduce al altísimo; el desconsolado dueño de un perro difunto busca a un taxidermista que lo inmortalice… Y la vida sigue… Y el sexo asoma por las esquinas…
Mundo cruel retrata un paisaje trágico, cómico y siempre escandaloso para los hipócritas llevando los recursos de la sátira a cotas magistrales. Y también, desde luego, los recursos de un lenguaje cuya espontaneidad coloquial aflora en cada personaje. Nada más complejo, más difícil, que alcanzar la sencillez expresiva: Luis Negrón lo ha logrado.
«Galería de voces y de rostros, los relatos de Mundo cruel presentan «con amor y sordidez» una mirada a ese ámbito donde lo gay se descompone en risa, drama, muerte, histeria y, sobre todo, búsqueda afanosa de un amor.» Revista Casa de las Américas
«Ese mundo se presenta aquí con toda su ridiculez entrañable, con todo su patetismo disimulado, con toda su crudeza y con toda su gracia.» El Nuevo Día
«Relatos satíricos, turbadores, amargos, entrañables y escandalosamente divertidos. Una cumbre de la ficción gay.» The Daily Texan
EL ELEGIDO
Desde pequeño había escuchado a mi madre contar más de una vez que cuando me presentaron en la iglesia, con apenas cuarenta días de nacido, el pastor había profetizado que yo no sería como los demás niños, que cada paso mío sería un peldaño hacia Jehová. Crecí con la certeza de ser ungido.
Mis hermanos y mi padre se resistieron a esa idea. Papi le aseguraba a mi madre que me estaba criando mal, que tanta iglesia y tanto culto me iban a malograr. Mis hermanos no iban a la iglesia amparados por papi. Se aseguraban de que tuviera tema para hablar en las clases bíblicas cuando discutíamos a Job y sus pruebas. Me escondían la Biblia y las corbatas. Me rociaban con la manguera minutos antes de que llegara la guagua a recogernos a mami y a mí para ir al culto. Si lloraba, papi me echaba a pelear con ellos y me gritaba:
-Defiéndete como un hombre, ¡coño!
En la iglesia me sentía a gusto. Me llevaban de pueblo en pueblo como niño predicador. Los mayores me pedían consejos; las mujeres me pedían visiones. Una noche, durante una vigilia, salí al baño. La única luz fuera era la que daba al escusado. Cuando entré, sentí un ruido y al acercarme al cubículo del urinal vi al hijo de la hermana Paca haciéndole fresquerías por detrás al hijo del hermano Pabón.
En ese momento tuve mi primera verdadera revelación. El cuerpo entero me lo decía: yo quería estar en el lugar donde se encontraba el hijo del hermano Pabón. Cuando me sintieron se asustaron, pero los pude calmar cuando comencé a bajarme el pantalón. No los pude tocar: en ese mismo instante entró el hermano Samuel y nos cogió.