
Ficha técnica
Título: Mis momentos | Autor: Andra Camilleri | Traducción: Carlos Gumpert Melgosa | Editorial: Duomo | Colección: Nefelibata | Páginas: 224 | ISBN: 9788416634323 | Fecha publicación: octubre 2016 | Precio: 16,80 euros
Mis momentos
Andrea Camilleri
Una vida hecha de pequeños momentos pero, sobre todo, de breves encuentros con personas que se cruzan en su camino y que, con el paso del tiempo, adquieren todavía más fuerza y regresan con mayor nitidez. Andrea Camilleri recuerda en este libro muchos de aquellos momentos y rescata de su memoria los encuentros más significativos con personas de toda clase. Famosos, desconocidos, amigos de sus años de juventud, de su época como director de teatro y televisión. Encuentros y momentos que, al cabo de los años, se transforman en historias de su propia vida.
«Los hombres, las mujeres y los libros de los que hablo han representado para mí destellos, relámpagos, momentos de mayor nitidez, y por eso he querido darles las gracias.» ANDREA CAMILLERI
«No todos los escritores tienen una historia que contar. Andrea Camilleri sí.» El País – Babelia
«Una sabiduría de zorro viejo, un humor socarrón del que nadie se libra y una enorme comprensión hacia las debilidades humanas.» ABC Cultural
«Siento una envidiosa admiración por las personas que, como Camilleri, consiguen gracias a la palabra provocar instantes mágicos.» Corriere della Sera
«Un verdadero homenaje a los lectores.» Gazzetta del Sud
«Sin duda me repito, pero Camilleri es el maestro sin reglas.» Antonio Manzini
«Camilleri transforma cada mirada, sonrisa, lágrima, rasgo y tic de su vida en una auténtica perla.» Il Fatto Quotidiano
«Camilleri abre el baúl de los recuerdos con elegancia y melancolía.» Gazzetta del Sud
«Rostros memorables en un libro conmovedor.» Il Messaggero
ANTONIO
Una mañana de mediados de enero de 1942, al entrar en el café Cuocolo, vi a un desconocido en la caja: era un chico dos o tres años mayor que yo, eso era indudable, un tanto rollizo, o regordete, de pelo rubio y gruesas lentes, y estaba tan absorto en la lectura de un libro que levantaba la vista justo lo necesario para cobrar, dar el cambio y mascullar un saludo. Intrigado, me las arreglé para averiguar lo que estaba leyendo: se trataba de La puerta estrecha de André Gide. Mi estupefacción fue mayúscula: en la provincia de Agrigento, ¿cuántos lectores de Gide seríamos? Una docena, si llegábamos. No supe contenerme y le hablé:
-¿Te gusta Gide?
La respuesta fue:
-¿Por qué? ¿Es que lo has leído?
-Yo sí. ¿A ti te gusta?
-No me convence del todo.
Al día siguiente en la caja estaba Andrea, el hijo del señor Cuocolo. El chico al que había visto el día anterior, en cambio, estaba sentado a una mesa ante una tacita de café recién bebido y seguía leyendo la novela de Gide. Le pedí permiso para sentarme a su lado y nos presentamos. Y así fue como me enteré de que se llamaba Antonio y de que era el hermano mayor de Andrea.