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Ficha técnica

Título: Contra el tiempo | Autor: Luciano Concheiro  | Editorial: Anagrama | Colección: Argumentos Páginas: 176  |  ISBN: 978-84-339-6409-0 | Precio: 15,90 euros  | Código: A 506 | Fecha:  noviembre 2016 | FINALISTA DEL 44.º PREMIO ANAGRAMA DE ENSAYO

Contra el tiempo

Luciano Concheiro

ANAGRAMA

Vivimos en la era de la velocidad, hasta el punto de que el autor afirma en el arranque de este lúcido ensayo: «Si me viera obligado a señalar un rasgo que describiera la época actual en su totalidad, no lo dudaría un segundo: elegiría la aceleración. Este fenómeno explica en buena medida cómo funcionan hoy en día la economía, la política, las relaciones sociales, nuestros cuerpos y nuestra psique. El incremento de la velocidad es una mirilla por la cual, sin tener que recurrir a perspectivas reduccionistas, podemos ver -y acaso entender un poco mejor- el mundo contemporáneo y a quienes lo habitamos.»

Luciano Concheiro no se limita a reivindicar la contemplación meditativa y la plácida celebración de lo aparentemente nimio: su mirada analítica va más allá, e indaga en el capitalismo obsesionado por el beneficio permanente, la política marcada por el cortoplacismo y las sociedades contemporáneas que generan individuos estresados y ansiosos.

Éste es por tanto un libro que analiza la velocidad en su dimensión económica -la obsolescencia programada, el modelo de producción de Toyota y el de consumo frenético orquestado por Zara, la actualización permanente que impone la digitalización, los acelerados flujos del capitalismo especulativo…-, política -decisiones rápidas frente a deliberación, destrucción del contrincante en lugar de debate ideológico en lo que podríamos denominar el modelo House of Cards…- y social -el consumo de tranquilizantes y euforizantes, la volatilidad de las relaciones amorosas, la precariedad laboral…-, todo lo cual da como resultado un mundo cuya aceleración imposibilita hilvanar un relato coherente que nos ayude a vivir con equilibrio, porque la prisa despoja de sentido la existencia.

Para romper con esta dictadura de la velocidad, el autor propone una revuelta íntima mediante una filosofía de vida basada en la experiencia de una temporalidad en la que el tiempo deja de transcurrir, que denomina «Filosofía práctica del instante». Esta propuesta de resistencia tangencial la construye a partir de las enseñanzas de pensadores y artistas como Bachelard, Suzuki, Duchamp, Cage, Furio Jensi y Gabriel Orozco: una serie de fotografías de este último, el artista vivo más importante de México, acompañan las páginas de este libro a manera de kōan visual. El resultado es un conciso ensayo que rebosa inteligencia crítica.

«A diferencia de la famosa respuesta ofrecida por Agustín de Hipona: «Si me preguntan por el tiempo no sé nada, si no me lo preguntan lo entiendo perfecto», Luciano Concheiro ha logrado desmenuzar de una manera impecable las partículas que parecen componerlo con el fin de demostrar que la verdadera tragedia contemporánea se basa en su forzada aceleración,  sin más sentido que el de poner en evidencia un frenético e imparable juego movido sólo por su propia perversión» (Mario Bellatin).

 

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     Si me viera obligado a señalar un rasgo que describiera la época actual en su totalidad, no lo dudaría un segundo: elegiría la aceleración. Este fenómeno explica en buena medida cómo funcionan hoy en día la economía, la política, las relaciones sociales, nuestros cuerpos y nuestra psique. El incremento de la velocidad es una mirilla por la cual, sin tener que recurrir a perspectivas reduccionistas, podemos ver – y acaso entender un poco mejor- el mundo contemporáneo y a quienes lo habitamos.

 

     Cada etapa histórica se distingue por una manera particular de experimentar el tiempo. La nuestra es la época de la aceleración. La concepción temporal de la Modernidad era como una escalera ascendente sin fin: rectilínea, arrojada hacia el futuro y articulada por la noción de Progreso. En cambio, la concepción temporal que hoy predomina es más bien como una página web de scroll infinito (es decir, como funcionan Facebook, Instagram y Twitter). Percibimos una sucesión constante de eventos que se desplazan unos a otros rápidamente. No hay dirección, no se va a ningún lugar. Es un ciclo interminable cuyo único elemento constante es la aceleración. La Historia terminó porque no hay una narración coherente (un metarrelato, hubiera dicho Lyotard) que aglutine lo que sucede. Cuando más, podemos aspirar a construir un listado de hechos: un News Feed o un Timelime parecidos a los Anales medievales. La imagen que mejor explica cómo experimentamos el tiempo es la de una rueda para hámster que gira a una gran velocidad pero no se desplaza. Vivimos en una época de inmovilidad frenética.

[ADELANTO DEL LIBRO EN PDF]

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