Macanudo 4

Liniers (Ricardo Siri)

MONDADORI 

Macanudo impresiona por su simpleza aparente a la primera lectura, pero detrás esconde, como apunta Fontarrosa con atino, una sensación más profunda. Sus breves tramas de historieta juegan con lo absurdo, un mecanismo que facilita el análisis de temas filosóficos y existenciales.

Bajo este precepto que engloba su obra, Liniers se vale de distintos personajes para abordar de manera distinta problemas mundanos y muy personales. Fellini, Enriqueta y Madariaga estudian en conjunto la infancia interna del hombre. Los cosos, los pingüinos, Oliverio y las ovejas dan pie a gags, que refrescan con un simple golpe de humor, la, a veces, desoladora disertación sobre la melancolía o la soledad de sus pasajes más urbanos.

Por si eso fuera poco, la tira cómica de Liniers pasa con una facilidad pasmosa de Barthes, Shaw, Lewis o Kafka a la sabiduría de a pie, a las vivencias diarias, al cine comercial o a la actualidad política. En pocas palabras, Macanudo es un reflejo del pensamiento humano: sencillo y complejo, infantil y adulto, erudito e inverosímil. Todo eso es Liniers, a un mismo tiempo. Poco menos se podría esperar de quien se dibuja a sí mismo como un conejo.

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