
Ficha técnica
Título: Los Traviesos | Autor: Marion Fayolle | Editorial: Nórdica | Tamaño: 10,5 x 15 cm | Encuadernación: Rústica | Páginas: 72 | ISBN: 978-84-16112-76-0 | Precio: 9,95 euros
Los Traviesos
Marion Fayolle
Marion Fayolle firma con Los traviesos una colección de dibujos eróticos en los que representa, con humor y extrañeza, las relaciones entre hombres y mujeres a través de juegos de asociaciones y transformaciones a veces intensas, otras divertidas, pero siempre vinculando el sexo con el instinto animal más básico.
Fayolle es perspicaz y lúcida capturando, con una belleza increíble, los complejos lazos de la naturaleza humana. Los traviesos es un hermoso libro de poesía visual en el que todas las metáforas comunes se explican a través de imágenes. Este pequeño tomo divertido, atractivo y emocionante, cuenta con un prólogo de Álvaro Pons, uno de los más prestigiosos críticos y divulgadores de cómics de nuestro país.
Los dibujos coloridísimos de Fayolle rebosan ironía y un humor muy fino. La crítica señala incluso que lo que ella hace no es arte, sino pura poesía visual. Desde la publicación de su primer libro en 2011, esta artista francesa nacida casi en Internet ha colaborado con decenas de importantes medios y revistas, y a menudo ilustra las páginas de The New York Times. Luna Miguel, PlayGround
Prólogo
La mirada distinta de Marion
Cada vez que leo una nueva obra de Marion Fayolle, me convenzo más y más de que es poseedora de algún sentido extra oculto a los demás. No sé si es innato o producto de algún extraño experimento secreto, pero, como Ray Milland en la película de Corman, los ojos de Marion son capaces de ver más allá de las longitudes de onda a las que estamos condenados el resto de los humanos. Ella puede ver un mundo distinto al nuestro, donde los detalles que tanto nos aturullan a los demás se pierden por innecesarios, percibiendo las imágenes como dibujos de delicada elegancia donde un trazo mínimo es suficiente para describir lo que se ve. Pero su relato de la realidad es inesperado, está despojado de ese velo de apariencias y prejuicios que nos autoimponemos como sociedad, construyendo una descripción que atraviesa la piel para revelar los sentimientos más escondidos. Los seres humanos se tornan apenas finos contornos ilusorios que dejan ver pensamientos y emociones, los cuerpos son simples formas destinadas a contener una esencia de reflexión pura. Los dibujos se convierten en fotografías de una nueva realidad revelada, transformada a un lenguaje de símbolos que podamos entender aquellos que no tenemos acceso a esa sensibilidad extendida que tiene la autora. Y así, entendemos que las páginas de sus obras son proyecciones a nuestro mundo bidimensional de la rica percepción multidimensional de la que goza la autora, escrutando con ojos pasmados y maravillados todo lo que le rodea, lanzando preguntas en forma de metáforas visuales que no hacen más que despertar nuestra envidia ante lo que no podemos ver pero, también, el sonrojo ante lo que ocultamos secretamente, ante la reflexión manifiesta que nos desmonta una fachada de simulacros.