Ficha técnica
Título: Lenta venganza | Autor: Miguel Albero | Editorial: Zut ediciones | Colección:
Colección Zut | Género: Narrativa | Páginas: 260 | Publicación: noviembre 2012 | Formato: 130 x 230 mm.| Encuadernación: Rústica | Precio: 18 euros | ISBN: 978-84-616-1209-3
Lenta venganza
Miguel Albero
Un hombre acaba de cumplir cincuenta años, de ser despedido de su empresa y de ser abandonado por su mujer. Y como si hiciera falta alguna evidencia mayor de que su vida se desmorona, empieza a verse envuelto en una especie de juego sin sentido gracias al que descubrirá que los desastres de la humanidad tienen su origen en el hecho de que la pareja de caracoles llegó tarde al Arca de Noé. Como se ve, Lenta venganza es una novela de tesis, pero también un viaje que arrastrará al lector desde un hotel del Caribe hasta la cordillera andina. Inevitablemente, el lector, en el transcurso de ese viaje, aprenderá muchas cosas relacionadas con el caracol -por ejemplo, cómo tramó su «lenta venganza»-, pero también podrá colegir, si es que su propia experiencia no le ha regalado ya esa conclusión, que el absurdo es una parte importante de nuestras vidas, cuando no, como en el caso de nuestro protagonista, la vida misma.
«Albero ironiza sobre todo. Su humor, blanco y para todos los públicos, es sencilla-
mente portentoso y la carcajada, permanente» (Toni Montesinos, La Razón)
«Miguel Albero describe un mundo alucinante en grado sumo gracias a la idea de
afirmarnos en una cotidianidad tan gris que termina pareciendo una pesadilla»
( Juan Ángel Juristo, ABCD)
I
EL SECRETO
Descubrir que el caracol, con su andar quieto y su timidez incorregible, es el responsable del estado de cosas en el que se encuentra el mundo, termina provocándole a uno el estupor reservado para las mejores ocasiones, para esos momentos de la vida que vienen a revelarnos de golpe que las pocas certezas sobre las que hemos construido nuestro existir han dejado de ser certezas, y nos arrojan, también de golpe, al mar de incertidumbre guardado asimismo para las más espléndidas oportunidades. Yo lo descubrí hace ya algún tiempo, y si ahora paso a dar cuenta a los demás del hallazgo es porque además conozco las causas, sé de los medios, estoy al tanto de los pormenores más nimios del secreto mejor guardado y puedo por tanto mostrarlo al mundo, aunque a ellos poco les importe mi confesión. Al caracol, a los caracoles, les traerá sin duda sin cuidado que alguien cuente eso que ellos ya saben, lo que ellos hacen fruto de una venganza meditada, pues es cosa inverosímil y su descripción no convencerá en un principio ni a los más propicios a ello. Si pudieran leer, si hubieran leído estas páginas, estoy seguro de que no se habrían preocupado por sus efectos, poderosos son los suyos, ya lo veremos, y a quien tiene una fuerza semejante poco le importa la opinión de los demás o su conocimiento de la agresión, le basta con ver lo bien que funciona. Adelante, dirían ufanos, escribe cuanto quieras. Te tomarán por loco, pensarán que eres uno más de esos charlatanes que anuncian la buena nueva, o más bien la mala, pues repiten sin parar la misma cantinela, arrepentíos, arrepentíos, nos dicen señalándonos con el dedo, el final está cerca, añaden a voz en grito, y ahí no nos queda más remedio que darles la razón.