Ficha técnica
Título: Las cinco mentes del futuro | Autor: Howard Gardner | Editorial: Paidós | Colección: Transiciones | Traducción: Ferran Meler | Páginas: 256 | Fecha de publicación: 29 de Mayo 2008 | Formato: Cartoné con sobrecubierta 15,5 X 23,3 | Precio: 25 € | ISBN: 978-84-493-2134-4 | Código: 70071
Las cinco mentes del futuro
Howard Gardner
Vivimos en una época de cambios descomunales caracterizados por la aceleración de la globalización, la acumulación de cantidades ingentes de información y la creciente hegemonía de la ciencia y la tecnología.
Estos cambios requieren nuevas formas de aprendizaje y de pensamiento tanto en el ámbito académico como en el mundo de la economía y en el profesional.
En Las cinco mentes del futuro, el destacado psicólogo Howard Gardner define las cinco capacidades cognitivas que en los años venideros van a ser las más solicitadas: la mente disciplinar, la mente sintetizante, la mente creativa, la mente respetuosa y la mente ética.
El lector tiene en sus manos un libro conciso y atractivo, en cuyas páginas hallará inspiración para aprender y desarrollarse a lo largo de toda la vida, así como un conjunto de intuiciones e ideas valiosas tanto para el presente como para el día de mañana.
Capítulo 1
LAS MENTES CONSIDERADAS DESDE UN PUNTO DE VISTA GLOBAL
Una introducción personal
A lo largo de varias décadas, en mi condición de investigador en el campo de la psicología, he reflexionado a fondo sobre la mente humana. He estudiado el modo en que ésta se desarrolla y está organizada, y cómo es en toda su extensión. He estudiado el modo en que los seres humanos aprenden, crean y dirigen, y la manera en que cambian las formas de pensar y actuar de otras personas o las suyas propias. En gran medida, me he limitado a describir aquellas operaciones de la mente que son típicas, una tarea que reviste de por sí enormes proporciones. Pero de vez en cuando también he ofrecido algunas opiniones sobre el modo en que deberíamos usar nuestras mentes.
En Las cinco mentes del futuro me he aventurado un poco más. Aunque no pretendo tener una bola de cristal, en estas páginas me he centrado en las tipologías de mentes que serán precisas, que serán -y nos serán- necesarias si queremos prosperar en el mundo futuro. Mi empeño, en gran medida, tiene aún un carácter descriptivo, y a que concreto las operaciones de aquellas mentes que vamos a necesitar. Sin embargo, no puedo ocultar el hecho de que se trata también de una «empresa axiológica», animada por valores, es decir, las mentes que aquí describo son también aquellas que, a mi entender, deberíamos desarrollar en el futuro.
¿Cuál es la razón de este cambio desde una perspectiva descriptiva a una normativa? En el mundo interconectado en que vive la inmensa mayoría de los seres humanos no basta con enunciar aquello que cada individuo o cada grupo necesita para sobrevivir en su propio ámbito. A largo plazo, no será posible que ciertas partes del mundo estén cada día mejor mientras otras siguen sumidas en una pobreza extrema y profundamente frustradas. O, por decirlo con las palabras que utilizara Benjamin Franklin: «[…] Todos debemos mantenernos unidos o a buen seguro nos colgar.n a cada uno por separado». Además, el mundo futuro con sus motores de búsqueda, sus robots y otros aparatos informáticos omnipresentes, exigirá capacidades que hasta la fecha sólo han sido meras posibilidades. Para enfrentarnos a los retos que este nuevo mundo nos depara, deberíamos empezar a cultivar estas capacidades desde ahora mismo.
Para acompañar al lector, abordaré el tema desde diversas perspectivas. Como psicólogo de formación con experiencia en el campo de las ciencias cognitivas y la neurociencia, recurriré en repetidas ocasiones a nuestro conocimiento, desde un punto de vista científico, acerca del funcionamiento de la mente y del cerebro humanos. Pero los seres humanos diferimos de las demás especies en que tenemos una historia y prehistoria, centenares y centenares de culturas y diversas subculturas, así como la posibilidad de elegir de manera fundada y consciente; y por ello recurriró también a la historia, la antropología y a otras disciplinas humanísticas. Dado que en estas páginas me propongo especular sobre las direcciones hacia las que nuestra sociedad y nuestro planeta se encaminan, dominan las consideraciones de índole política y económica. Y, para repetirlo una vez más, todos estos enfoques y puntos de vista académicos se equilibran con un constante recordatorio de que la descripción de los tipos de mente no puede dejar a un lado la cuestión de los valores humanos.