Ficha técnica
Título: La trama nupcial | Autor: Jeffrey Eugenides | Traducción: Jesús Zulaika | Editorial: Anagrama | Colección: Panorama de narrativas | Género: Novela | ISBN: 978-84-339-7858-5 | Páginas: 544 | ebook: 16,99 € | PVP: 23,90 € | Publicación: marzo 2013
La trama nupcial
Jeffrey Eugenides
Estamos a principios de los años ochenta del siglo pasado, y en los campus norteamericanos triunfan los pensadores franceses como Barthes, Lyotard y Derrida, y en su tiempo libre los alumnos escuchan a los Talking Heads.
Pero Madeleine Hanna, una romántica incurable que está escribiendo su tesis sobre Jane Austen y George Eliot, dedica sus energías a indagar cómo abordaron el amor esas dos extraordinarias autoras del pasado.
También ella, en plena juventud repleta de indecisiones y sueños, se convertirá en protagonista de una historia de amor apasionada, dolorosa, intensa y compleja como las de las grandes novelas románticas. Porque en su vida aparecerán dos hombres muy diferentes. Leonard Bankhead, solitario, carismático y brillante estudiante de ciencias con el que entablará una relación cargada de desafíos intelectuales y erotismo.
Y completando el triángulo, un viejo amigo, Mitchell Grammaticus, estudiante de teología interesado por el misticismo cristiano y atormentado por las dudas, que trata de encontrarle un sentido a su vida.
Y, una vez finalizada la universidad, el triángulo se mantendrá, mientras la entrada en el mundo real les obliga a los tres a replantearse muchas de las cosas que han aprendido en las aulas, a reflexionar sobre el sentido último de la vida, la existencia de Dios y la verdadera naturaleza del amor.
¿Es posible escribir hoy una historia de amor que recoja la intensidad de las obras maestras de la literatura clásica y al mismo tiempo resulte rabiosamente contemporánea? Jeffrey Eugenides lo ha conseguido. Tras situarse con Las vírgenes suicidas y Middlesex como uno de los grandes narradores norteamericanos actuales, ha construido ahora una ambiciosa novela en la que indaga en el compromiso y las renuncias, en el sufrimiento y la pasión que conlleva el amor. Y lo hace con un triángulo formado por unos protagonistas jóvenes que se adentran en las complejidades de la vida y en los pantanosos e inestables territorios del deseo.
«Jeffrey Eugenides posee un talento enorme y generoso: generoso con sus lectores al contarles historias que jamás aburren, y generoso con sus personajes, que meten la pata, se esfuerzan, sufren y se arrepienten del modo en que lo hace cualquiera que realmente ame» (Jonathan Franzen).
«Nos recuerda con una lucidez fuera de lo común lo que significa ser joven e idealista, perseguir el verdadero amor y enamorarse de los libros y las ideas» (Michiko Kakutani, The New York Times).
«Una obra deslumbrante, Eugenides sigue demostrando que es uno de los grandes novelistas contemporáneos» (Kirkus Reviews).
«Si alguna vez fuiste joven y creíste saber lo que deseabas, si tus sueños se hicieron añicos y se te rompió el corazón, entonces éste es tu libro» (The Times).
«Su novela más potente hasta la fecha» (Newsweek).
«Se confirma el gran talento narrativo del escritor y su capacidad de construir grandes personajes» (Antonio Monda, La Repubblica).
«Amor, matrimonio, literatura de los sentimientos, ¿inútil chatarra del pasado? Intentad decírselo a Jeffrey Eugenides, que sobre estos temas ha construido su regreso a las librerías, diez años después del éxito de Middlesex» (Paolo Mastrolilli, La Stampa).
Un loco enamorado
Para empezar, mira todos esos libros. Sus novelas de Edith Wharton, ordenadas no por títulos sino por fechas de publicación. La colección de Henry James de la Modern Library, regalo de su padre cuando cumplió veintiún años. Los manoseados libros en rústica que tuvo que leer en la facultad, mucho Dickens, algo de Trollope, junto con unas buenas raciones de Austen, George Eliot y las temibles hermanas Brontë. Un lote completo de libros de bolsillo en blanco y negro de New Directions, mayormente poesía de gente como H. D. o Denise Levertov. Estaban también las novelas de Colette que leía de tapadillo. La primera edición de Parejas, que era de su madre y que Madeleine había hojeado a hurtadillas en los últimos años de primaria y ahora utilizaba como soporte textual para su tesis de licenciatura en Lengua sobre la trama nupcial. Era, en suma, una biblioteca de tamaño medio – sin dejar de ser portátil- en gran medida representativa de lo que Madeleine había leído en la universidad, una colección de textos que parecían elegidos al azar, y cuyo centro de atención se iba estrechando poco a poco, como en un test de personalidad – uno sofisticado en el que no puedes hacer trampas adivinando la intención de las preguntas y acabas tan perdido que lo único que puedes hacer es responder con la verdad palmaria-. Y al cabo quedas a la espera del resultado, confiando en que te salga «Artística», o «Apasionada», y diciéndote que podrías seguir viviendo si te saliera «Susceptible», y temiendo íntimamente que pudiera salirte «Narcisista» u «Hogareña», aunque el resultado final es de doble filo y te hace sentirte diferente según el día, la hora o el chico con el que estás saliendo: «Incorregiblemente romántica.»
Éstos eran los libros en la habitación donde Madeleine estaba echada en la cama, con una almohada sobre la cabeza, la mañana de su graduación. Los había leído todos, algunos de ellos muchas veces, a menudo subrayando pasajes, pero eso no la ayudaba ahora en nada. Madeleine intentaba hacer caso omiso de la habitación y de todo su contenido. Con la esperanza de volver al olvido donde había estado acostada y a salvo durante las tres horas pasadas.