
Ficha técnica
Título: La exforma | Autor: Nicolas Bourriaud | Editorial: Adriana Hidalgo | Colección: Los sentidos | Páginas 146 | ISBN 978-84-15851-55-4 | Precio: 16,00 euros
La exforma
Nicolas Bourriaud
Desde inicios del siglo XIX, arte y política fueron moldeados por la fuerza centrífuga que irradió la Revolución industrial: movimiento de exclusión social, por un lado; rechazo categórico por el otro, de ciertos signos, objetos o imágenes. Como en el modelo de la termodinámica, la energía social produce un residuo, generando zonas de exclusión en las que se apiñan en completo desorden el proletariado, los explotados, la cultura popular, lo inmundo y lo inmoral: el conjunto subvaluado de todo lo que no se podría ver. Luego de los polémicos y muy exitosos Estética relacional, Postproducción y Radicante, Nicolas Bourriaud se propone presentar en este nuevo libro el ámbito de lo exformal como el lugar donde se desarrollan las negociaciones fronterizas entre lo excluido y lo admitido, entre el producto y el residuo. El término exforma designará aquí a la forma atrapada en un procedimiento de exclusión o de inclusión. Es decir, a todo signo que transita entre el centro y la periferia, flotando entre la disidencia y el poder. Bourriaud analiza los efectos de esta mutación en nuestros modos de pensar o de sentir, a través de las máquinas ópticas que proporciona el arte contemporáneo.
Un libro que reflexiona sobre aquellas formas de arte que transitan entre lo excluido y lo admitido, entre el residuo y el producto, entre la disidencia y el poder.
«Exforma» puede parecer una palabra un poco extravagante, pero aquello que nombra es bastante claro y el propio Bourriaud lo define con precisión en las primeras páginas: la forma atrapada en un procedimiento de exclusión o de inclusión, todo signo que transite entre el centro y la periferia. Vista de esa manera, la exforma puede ser una categoría tanto estética como política, o, mejor todavía, la bisagra que permite justamente articular estética y política». Pablo Gianera – La Nación
INTRODUCCIÓN
Tiempo atrás, las cosas y los fenómenos nos rodeaban; hoy parecen amenazarnos bajo la forma espectral de desechos recalcitrantes que nunca acaban de desvanecerse o que persisten después de su evaporación. Algunos estiman que la solución pasaría por establecer un nuevo pacto con el planeta, instaurando así una era donde las cosas, los animales y los seres humanos estuviesen en pie de igualdad. Mientras tanto, vivimos en pleno exceso, entre archivos atestados, productos cada más vez perecederos, junk food y embotellamientos, mientras el capitalismo se atreve a soñar con un mundo de transacciones «sin fricción» en el que las mercancías, englobando con este término a los seres y a las cosas, circularían sin ninguna clase de obstáculo. Pero nuestra época es también la del residuo energético, la de la toxicidad durable de los residuos nucleares, la de la saturación de las áreas de almacenamiento y los efectos dominó causados por los desperdicios industriales en la atmósfera o en los mares.
Nuestro imaginario del residuo encuentra su expresión más fogosa en la economía: de los junk bonds a los activos tóxicos, el universo de las finanzas parece invadido por productos nocivos, por materiales peligrosos que se entierran en los balances de oscuras sucursales o en carteras de inversión. En cualquier caso, lo real del mundo globalizado, acosado por el fantasma de lo improductivo y de lo no-rentable, en guerra contra las personas y las cosas que no parecen consagradas al trabajo ni activas de cara al futuro, se revela allí con claridad. Hemos visto crecer de manera considerable la esfera de lo residual: esto se vincula de ahora en adelante con lo no asimilable, lo prohibido, lo inutilizable, lo inútil…