Ficha técnica
Título: Historia literatura española. 7 Derrota y restitución de la modernidad. 1939-2010 | Autores: Jordi Gracia y Domingo Ródenas | Editorial: Crítica | Colección: Historia de la Literatura Española | Género: Ensayo | ISBN: 978-84-9892-122-9 | Código: 969656 | Páginas: 1.216 | Formato: 15 x 23 cm. | Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta | PVP: 39,50 € | Publicación: 24 de Marzo 2011
Historia de la literatura española
Jordi Gracia
El presente volumen es el primer esfuerzo por integrar en un solo proceso explicativo la cultura de posguerra (entendiendo la dictadura como una consecuencia duradera que llega hasta los años setenta) y la de la democracia, desde la precariedad de los años inmediatos a la guerra civil, el acelerado restañamiento de la ruptura en los años sesenta y, finalmente, la convergencia de las letras españolas en las europeas en los ochenta y noventa, en sincronía con el espíritu de época que ha dado en llamarse posmodernidad. En relación con ello, este tomo plantea uno de los problemas historiográficos peor resueltos de nuestra historia literaria: el del encaje de los escritores republicanos exiliados. El exilio es el elemento que ayuda a explicar la medianía de la mayor parte de la literatura de la posguerra, pero es también objeto de reflexión y explicación en cada una de las nuevas fases: su secreta vinculación personal con la península hasta mediados de los sesenta, su recuperación frustrada pero real desde entonces, su aclimatación anacrónica en democracia y su canonización académica final. Junto a la trayectoria de nombres pertenecientes a distintas generaciones (de Cela, Delibes y Sánchez Ferlosio a Mendoza, Marías y Millás, pasando por Gil de Biedma, Benet, Valente y Marsé, o llegando hasta las voces más actuales, como Grandes o Cercas), se revisan conceptos como «compromiso» o «posmodernismo» para comprender comportamientos culturales marcados por la autoconsciencia, la parodia, la confusión entre historia y ficción, la impugnación de la alta y la baja cultura, la metaficción, la reivindicación del pop, la mimesis paródica, lo camp, lo kitsch, lo queer o lo freak.
INTRODUCCIÓN
Cuando Gerald Brenan regresó a España en 1949, poco antes de instalarse en Churriana desde 1953, encontró un país miserable y estático, dócil y asolado. España había retrocedido de golpe a niveles de subsistencia ínfimos y había perdido también cualquier asomo de voluntad histórica de modernidad: vivía en una autarquía autodestructiva, exhibía unas nostalgias imperialistas sonrojantes, disimulaba su miedo levantando la voz y apenas se había sacudido de encima los destrozos de la guerra. Su extravagancia en la Europa contemporánea era ética, política, cultural y religiosa. Cincuenta años después, el espectador extranjero -puede ser un periodista culto como Gilles Tremlett, en España ante sus fantasmas– narra un país que apenas conserva rastros de aquella sociedad medievalizada y ausente del mundo moderno, y si los conserva son muy exiguos o puro objeto de parodia kitsch o posmoderna. El tránsito ha sido único en la Europa contemporánea, como los análisis de política comparada señalan una y otra vez.
Es difícil no reconocer en ese tránsito el momento más prolongadamente feliz de la historia española en los últimos siglos, y es difícil escapar también a la tentación -tan viciosamente hispánica- de atenuar su trascendencia o su irreversibilidad. Pero no es el caso de los autores de este volumen ni del director de esta Historia de la literatura española. El balance menos optimista o más plagado de reservas exige la identificación de los últimos cincuenta años como una etapa de progresiva y creciente expansión de las libertades políticas y civiles sin comparación con ninguna otra, dificultosa y enmarañada pero también sin vuelta atrás. Desde los años ochenta ese proceso ha culminado por fin. La España del siglo xxi es lo más parecido al sueño cumplido de una larguísima trayectoria de esfuerzos para manumitir a la sociedad española de las fuerzas del tradicionalismo, del integrismo religioso, de las tentaciones militaristas de un país cuya caracterización más sintética la ofreció un gran historiador, Ramón Carande, cuando advirtió como rasgo capital sus «demasiados retrocesos».