Ficha técnica
Título: Figuraciones mías. Sobre el gozo de leer y el riesgo de pensar | Autor: Fernando Savater | Editorial: Ariel | Formato: 14,5 x 23 cm. | Presentación: Rústica con solapas | Páginas: 144 páginas | Precio: 16,90 euros | Libro electrónico: 9,99 euros
Figuraciones mías
Fernando Savater
Lector impenitente, voraz degustador de delicatessen literarias, irreverente y heterodoxo, pero siempre razonable, en esta miscelánea de textos seleccionados por él mismo se recogen reflexiones personales, la mayoría breves, sobre sus lecturas y autores preferidos, así como apuntes sobre educación, el papel de la filosofía en la actualidad o perplejidades varias, como las que abre internet, el ciberespionaje mundial, etc.
Unos textos que ofrecen una deriva lúcida e irónica por el presente, en un ejercicio vivo del pensamiento que invita precisamente a eso: a pensar, con gusto, porque como el mismo autor acostumbra a decir: «Piense usted. Como quiera y pueda, pero piense. Luego razone su pensamiento con los demás, para pensar mejor».
«Savater me ha parecido siempre un modelo de intelectual comprometido, a la vez principista y pragmático, uno de esos raros pensadores contemporáneos capaces de ver siempre claro en el intrincado bosque que es este siglo XXI y de orientarnos a encontrar el camino perdido a los que andamos algo extraviados.»
Mario Vargas Llosa
Prólogo
LA PENITENCIA DEL TEXTO
Ahora que el artículo periodístico clásico entra en una fase crepuscular, acosado e incluso sustituido por blogs y otras fórmulas propiciadas por internet, quizá sea oportuno dedicarle una reflexión como despedida anticipada, casi como réquiem. Con una intención apotropaica, al menos en mi caso, es decir, a fin de cuentas queriendo conjurar de este
modo la fatalidad que le amenaza e incluso con la esperanza inconfesable de ver cómo se transforma para renacer de sus cenizas, tipo ave fénix de las letras de formato fugaz y
cotidiano.
Pueden decirse algunas cosas relevantes a favor del artículo periodístico (hablo con la experiencia pero también con el partidismo de quien ha practicado el género más de cuarenta y cinco años) y son cosas que pueden parecer contradictorias: por un lado permite mucha libertad, por otro exige gran disciplina. La libertad es evidente en la elección el tema, de la perspectiva desde la que enfocarlo, del tono (irónico, severo, desenfadado, etc.) con el cual tratarlo. Aunque la actualidad determina en ocasiones el asunto de fondo, sobre todo en los artículos más políticos, esta influencia del presente sirve para anclar la libertad pero no la excluye: lo mismo que el viajero que se enfrenta a un monumento célebre, digamos el Partenón de Atenas: puede fotografiarlo desde múltiples enfoques, convencionales o desmitificadores, e incluso preferir hacer un esbozo a lápiz del templo o una caricatura. Pero la disciplina no resulta menos necesaria, porque el artículo es un género de límites amplios aunque indudables que excluye ciertas fórmulas literarias muy respetables y sin embargo incompatibles con el periodismo, como el soneto o el tratado.