
Ficha técnica
Título: El pulso de la desmesura | Autora: Amelia Pérez de Villar | Editorial: Fórcola | Colección: Ficciones, 2 | Páginas: 136 | Formato: 13 x 21 cm. | Fecha de Publicación: abril 2016 | ISBN: 978-84-16247-69-1 | Precio: 16,50 euros
El pulso de la desmesura
Amelia Pérez de Villar
En su primera novela, Amelia Pérez de Villar se enfrenta al eterno y nunca resuelto problema de nuestra identidad personal y de la propia imagen, de la mano de una persona presa de una peculiar obsesión. Adopta para ello una forma original y de gran intensidad, un registro difícil y arriesgado: el descorazonador y trepidante monólogo de una mujer, de quien apenas conocemos más que su nombre y la inicial de su apellido: Lola B. Ella se convierte en el arquetipo de la mujer, una especie de «Juana nadie», que desde tiempos de la mitológica Penélope, la paciente esposa de Ulises, espera y desespera por el comienzo de su propia odisea.
Encontramos ecos de Lola B. en la desesperanza y la amargura de la Carmen de Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes; en el delirio y la locura de La dama de Montecarlo, de Jean Cocteau; o en el tedio y el aburrimiento de las protagonistas de las novelas de Clarice Lispector. La soledad, y no la razón, es la verdadera creadora de nuestros fantasmas, fuente tanto de sueños como de delirios, anhelos y deseos, pero también de frustraciones y traiciones a uno mismo.
Una novela que deja sin aliento.
«Una obra audaz y arriesgada, con buen ritmo, llena de sugerencias y muy bien escrita. Una novela que no parece una ópera prima, sino un trabajo de madurez.» Fernando Castillo
PÁGINAS DEL LIBRO
NO SÉ QUÉ FUE.
El metro, que llegó zumbando antes de que la pantalla dijera
VA A EFECTUAR SU ENTRADA EN LA ESTACIÓN.
El metro los viernes.
El médico diciendo vamos a repetir la prueba porque sale una sombra que no se ve muy bien lo que es.
La sala de espera del médico.
Las vías del metro ahí abajo, metálicas, reluciendo en la oscuridad de ese pozo a donde sin embargo no llega el agobio de los cuerpos a mi alrededor.
La voz de la enfermera por megafonía, mientras todo el mundo me miraba a mí y yo marcaba tu número y la pantalla decía no se ha podido establecer la conexión.
Luego, una voz.
EL TELÉFONO MÓVIL AL QUE LLAMA ESTÁ APAGADO O FUERA DE COBERTURA.
El viernes.
Y el impulso súbito, imparable.