Ficha técnica
Título: El Monstruo. Memorias de un interrogador | Autor: Pablo Pardo | Prólogo: Alfonso Armada | Editorial: Libros del K.o. | ISBN: 978-84-939336-0-9 | Páginas: 137 | PVP: 14,90 € | Publicación: 12 de Septiembre de 2011
El Monstruo
Pablo Pardo
«El presidente de los Estados Unidos no sabía cuáles eran las reglas. El secretario de Defensa no sabía cuáles eran las reglas. Pero el Gobierno espera que el soldado Corsetti sepa cuáles eran las reglas».
Alístate en el Ejército. Tomarás té con un ex ministro talibán que te dará clases de geoestrategia sobre un tablero de ajedrez. Asistirás a clases prácticas de tortura dirigidas a humillar a niños ricos saudíes en sus vacaciones terroristas. Fumarás hachís frente a un cementerio soviético de aviones al pie del Hindu Kush y paladearás los habanos del hijo de Sadam Huseín. Te harás famoso. Aparecerás en la portada de The New York Times. Pasarás cocaína a tus compañeros de la base, intentarás suicidarte y acabarás ingresado en un psiquiátrico.
Durante cuatro años el periodista Pablo Pardo, corresponsal del diario El Mundo en Washington, ha entrevistado minuciosamente al soldado Damien Corsetti. El resultado es la descripción de una gran chapuza -la Guerra contra el Terrorismo- que saca a relucir la falta de medios y de preparación del ejército más poderoso del mundo, su arbitrariedad y sus abusos, legitimados por un ambiguo protocolo de crueldad sistemática alentado y justificado por los altos mandos.
Corsetti podía haberse negado, pero prefirió obedecer unas órdenes que acabaron destruyéndole. Quizás ahí haya una enseñanza o quizás no y solo se trate de la guerra.
PRÓLOGO
Ruido y distracción
Nuestra época se define por la falta de atención. Como si nadie escuchara de verdad a nadie, nadie leyera de verdad a nadie, nadie supiera en realidad nada de sí mismo. Periodistas, torturadores, especuladores, eremitas, espectros… Todos peleamos contra todos y buscamos aliados en los lugares probables e improbables: la familia, el amor, el deseo, el trabajocon el que nos ganamos el derecho a sortear la maquinaria del sistema y que al mismo tiempo nos pasa por encima con todas sus consecuencias, mientras consumimos otra dosis letal de ruido y distracción.
Conocí a Pablo Pardoen un viaje a Mozambique organizado por Intermón Oxfam. Si no recuerdo mal, no era mi primer viaje a África, pero sí el suyo. Trabajamos entonces una amistad que si se convirtió en indeleble fue por un acto de voluntad. Nos volvimos a encontrar en Estados Unidos, donde yo pasé casi siete años trabajando para un periódico que compite forzosamente por la misma audiencia que el suyo. Él sigue allí, y la última vez que nos vimos, en Washington, la ciudad donde vive, dijo que solo volvería a España «por los pies por delante». Como buen patriota (aunque creo que detesta esa palabra), le gusta tanto España que prefiere amarla a distancia, y contribuir a su mejora informando y escribiendo para ella desde lejos.
La primera vez que me encontré con el material en que finalmente se ha convertido El Monstruo no me cupo la menor duda de que era uno de esos trabajos que tanto él como yo habíamos admirado en la prensa que más admiramos, es decir, la anglosajona.