Ficha técnica
Título: El arte de no decir la verdad | Autor: Adam Soboczynski | Traducción: Francesc Rovira | Editorial: Anagrama | Colección: Panorama de narrativas | Género: Novela | ISBN: 978-84-339-7567-6 | Páginas: 192 | PVP: 18,00 € | Publicación: Junio de 2011
El arte de no decir la verdad
Adam Soboczynski
Leer el índice de este pequeño tratado es como recitar un decálogo de conducta para desenvolverse en un mundo en el que, como nos advierte el autor en la nota previa, «acechan las trampas y reinan las intrigas». A lo largo de treinta y tres historias ejemplares, Adam Soboczynski demuestra que el arte del fingimiento, que jugaba un papel esencial en la vida cortesana, experimenta un nuevo auge en la era capitalista.
En esta vida, que define como un campo minado en el que el amor es el más bello de los engaños, no hay que ser auténtico, sino fingir para parecerlo. No en vano salpican el texto las citas de ilustres moralistas como Gracián, La Rochefoucauld o Baltasar de Castiglione.
Un tipo casado que liga en una fiesta, un empleado que se busca la ruina por responder impulsivamente a un correo electrónico, un escritor fracasado, una joven historiadora del arte que pasa un fin de semana en una isla remota, un peluquero que celebra entre amigos la inauguración de su nuevo negocio o una maquetista de una revista de moda con problemas con los hombres son sólo algunos de los personajes que ilustran un auténtico catálogo de situaciones que podríamos protagonizar cualquiera de nosotros. Hilarante, ameno y agudo, pero a la vez profundo, brillante y provocativo, corresponde al lector decidir si se toma este texto inclasificable como un retrato crítico de nuestra sociedad o como un peculiar manual de instrucciones para triunfar en ella.
«Adam Soboczynski escribe frases bonitas e inteligentes como las de antaño. Algo en el tono y en el contenido recuerda a Adorno, a Walter Benjamin y a Siegfried Kracauer, aunque con menos pathos y más humor» (Tobias Becker, Der Spiegel).
«Entre las extraordinarias habilidades del autor se halla la de arrojar luz sobre los lugares comunes de tal modo que uno tiene la sensación de contemplarlos por primera vez» (Mikael Krogerus, Der Freitag).
«Este libro no es sólo sabio y astuto, sino también extremadamente cómico y elegante, delicadamente cuidado en la forma y muy ameno. Soboczynski desarrolla treinta y tres escenas tomadas de la vida misma que ilustran con gran originalidad la realidad, entre el reportaje y la miniatura literaria, entre el aforismo y el retrato psicológico» (Ijoma Mangold, Süddeutsche Zeitung).
«Un panfleto desenfadado, auténtico en la inspiración, creativo en la invención y en la forma» (Alessandra Iadicicco, La Stampa).
«Una guía sui géneris para ayudar al lector a abrirse paso en la intrincada jungla posmoderna. Eso sí, siempre acompañado por una sonrisa maliciosa, ya que las historias están salpicadas de un cruel y agudo sarcasmo, de una mirada tragicómica sobre la condición del hombre contemporáneo, sorprendido en su torpe intento de hacerse un sitio bajo los focos» (Jacopo Nesti, Metropoli).
1. CÓMO RECHAZAR CONSIDERADAMENTE
A LAS MUJERES ENAMORADAS
Una situación peliaguda: alguien está enamorado de uno, pero uno no le corresponde. En un caso así, la cortesía obliga a proceder con delicadeza.
Pongamos que usted es un hombre. En la fiesta de cumpleaños de una vieja amiga suya, hacia la una de la madrugada, conoce a una mujer. Ya está comprometido, pero la mujer lo ignora, y usted tampoco se apresura a revelarle que sale con alguien que esa noche se ha quedado en casa por culpa de un ligero resfriado. Tiene dos motivos para ocultarle esta información: por un lado, no hacerlo sería tomado como una ofensa. Una breve mención a la persona con la que comparte su vida sería una manera tosca de dar a entender a la mujer de esa noche que se ha percatado de su interés por usted. Por otro lado, oculta su relación porque el encuentro no está desprovisto de cierta tensión incipiente que a usted, por lo menos durante las horas que dura una fiesta, le apetece saborear.
Habla del trabajo, de sus dificultades de relación con el jefe, de viajes pasados y futuros (¡Roma, Finlandia en otoño!), de si cocinar es divertido o más bien irritante, y tras la tercera copa de vino, que les ha soltado la lengua a ambos, usted y la mujer de esa noche están de un humor divertido-jovial. Observan y critican a los demás invitados. Intercambian comentarios despectivos sobre una mujer de edad madura que se muestra extraordinariamente animada.
Criticar permite medir el grado de familiaridad. El que critica expresa abiertamente sus pensamientos más bajos, y espera de ellos que sean apreciados. Esa noche, efectivamente, son apreciados: usted y la mujer se ríen juntos. De pronto se ha hecho muy tarde, en algún lugar cae al suelo una botella de cerveza, cuatro mujeres achispadas bailan exaltadas al son de una canción hortera de los ochenta. Usted se mantiene apartado del tumulto, en un rincón solitario, y casi se produce un impensado contacto con su interlocutora, la insinuación de un beso. ¡Hora de marcharse! Tras la cuarta copa de vino, que alberga en su seno el peligro de un encuentro incontrolable, abandona precipitadamente la fiesta. Con el pretexto de tener un montón de trabajo a la mañana siguiente, se despide de su nueva amistad con un discreto abrazo mientras acuerdan encontrarse pronto para tomar un café.