
Ficha técnica
Donde viven los tigres
Jean-Marie Blas de Roblès
Harto ya, Eléazard von Wogau dejó de leer, se dio la vuelta en la silla, cogió el libro que tenía más a mano y se lo lanzó con todas sus fuerzas al animal. Al otro lado de la habitación, en un abigarrado caos de plumas, el loro saltó de su percha justo a tiempo para evitar el proyectil. El volumen de los Studia Kircheriana del padre Reilly pasó de largo y se estrelló en la mesa, volcando la botella medio vacía de cachaça. Al caer se rompió, dejando hecho una sopa el libro descuadernado.
-¡Mierda…! -gruñó Eléazard.
Pensó en ir a rescatar el libro del desastre, pero se quedó mirando al gran guacamayo: con sus ojos sartreanos, el animal fingía buscar algo en su plumaje con la cabeza absurdamente echada hacia atrás, como un demente. Eléazard prefirió volver al texto de Caspar Schott.