Ficha técnica
Crónicas de Nueva York
Maeve Brennan
En Crónicas de Nueva York, Maeve Brennan nos ofrece certeras y evocadoras viñetas de la vida neoyorquina en los 50 y los 60, revelando al lector las mil caras fugaces de esta fascinante ciudad, todas las pequeñas historias sin nombre que palpitan en su seno, las pequeñas alegrías y tragedias que transitan sus calles y que ella, no en vano admirada por escritores como John Updike o Alice Munro, supo captar como nadie.
«Devolvió el Nueva York real a The New Yorker (…) constantemente alerta, con el ojo agudo de un gorrión para ver las migajas del evento humano, lo que apenas se oye y lo que se atisba y adivina, el entretenimiento más económico para el solitario urbano».
John Updike
EN EL TREN A
el tren aminoró la marcha al llegar a la siguiente estación, miré fijamente a aquel hombre hasta captar su mirada y le dije: «Acabo de acordarme de que esta no es mi parada». Entonces pensé que él creería que pretendía que se levantase y me cediera el asiento y dije: «Pero no quiero sentarme, porque bajo en la siguiente». Y con mi expresión intenté transmitirle que todo aquello me parecía divertido, y él sonrió, más o menos, y asintió y levantó su sombrero, volvió a ponérselo y apartó la vista. Era uno de esos hombres pequeños, cabizbajos o melancólicos que siempre miran a lo lejos al
acabar de decir lo que sea, cuando hablan. Me sentí orgullosa de mi resolución por no haber flaqueado y bajado del tren antes de tiempo, arriesgándome a perder mi autobús solo por temor a una situación algo embarazosa, pero justo cuando el tren cerraba sus puertas miré y ahí estaba, la calle Ciento sesenta y ocho.