Ficha técnica
Colegiala
Osamu Dazai
Un excepcional volumen de relatos del maestro japonés de las distancias cortas, Osamu Dazai: uno de los escritores modernos más apreciados en su país, conocido como el Dostoievski nipón, cuyo éxito corrió paralelo a una vida privada de desencuentros y tumultuosa en extremo.
Una chica joven, de familia pobre, se ve obligada a cometer un robo por amor. Una mujer mayor confiesa que una noche, muchos años atrás, se sintió fuertemente atraída por un hombre al que apenas conocía. Un ama de casa narra su sufrimiento al descubrir que su marido tiene una amante. Una muchacha narra cómo empeoró su vida tras recibir un premio literario… Los relatos incluidos en Colegiala abordan con tremenda delicadeza y exquisitez el universo femenino y sus contradicciones: la vergüenza, el amor no correspondido, la incomprensión ante la muerte de un ser querido, la felicidad extrema o, simplemente, los pensamientos que pasan por la cabeza de una adolescente japonesa de posguerra.
Linterna
Digan lo que digan, la gente cada vez cree menos en mí. Cuando alguien se cruza conmigo inevitablemente me trata con desconfianza. Voy a visitar a alguien a quien echo de menos y tengo ganas de ver y me recibe con una mirada hostil, como si no quisiese que fuese a verlo. Es una situación realmente dolorosa.
Ya no me apetece ir a ningún sitio. Aunque solamente sea para acercarme a los baños públicos que están al lado de casa, elijo momentos como el anochecer. No me apetece que nadie me mire a la cara. Incluso en pleno verano, siento como si el blanco de mi yukata1 resaltase más de lo normal en la oscuridad del atardecer, como si llamase demasiado la atención. Me paso el día muerta de la vergüenza. Ultimamente ha estado haciendo mucho más fresco, y ya va siendo época de abrigarse, así que sacaré el kimono de otoño, hecho de tela oscura. Pronto llegará el otoño, luego vendrá el invierno, la primavera y de nuevo estaremos en verano, y entonces tendré que volver a ponerme el yukata de color blanco, el mismo que llevo encima ahora. Si mi situación no ha cambiado para entonces, no sé si seré capaz de seguir adelante. Al menos, el verano que viene espero poder permitirme el lujo de salir a la calle con este yukata de flores de campanilla moradas sin tener que pasar vergüenza. Me gustaría poder pasear ligeramente maquillada entre la multitud que acude a los festivales de verano. Solo con imaginarme, con prever la alegría de esos momentos, se me llena el corazón de auténtica esperanza.