
Ficha técnica
Título: Chéri | Autora: Colette | Editorial: Lumen | Publicación: octubre de 2009 | PVP 16,90 € | Páginas: 176 | ISBN: 9788426417459 | Fecha: 2009
Chéri
Sidonie-Gabrielle Claudine Colette
Estamos en París, recién comenzado el XX. Léa de Lonval es una hermosa mujer con más de cincuenta años, pero su piel aún recuerda los muchos besos recibidos de amantes y pretendientes, todos dispuestos a morir a sus pies o, en todo caso, a garantizarle una vida confortable.
Esa mujer madura y experta será la que caiga en los brazos del joven Fred Peloux, apodado Chéri. Al principio Léa es la maestra que se dispone a iniciar al chico en las artes amatorias, liberándolo de paso de las garras de su madre, Charlotte, una arpía de cuerpo ajado y alma oscura.
El juego empieza cuando el hombre es casi un niño, pero con el andar de los años la realidad se impone y Léa tendrá que aceptar la boda de su adorado Chéri con una joven burguesa, acatando por fin las duras reglas del tiempo, un árbitro sin compasión que no perdona ni a las más sabias de las cortesanas.
Chéri es una de las novelas más conocidas de Colette y se ha convertido en un clásico del siglo XX.
Ahora Stephen Frears la ha llevado al cine de la mano de Michelle Pfeiffer y Rupert Friend.
Primeras páginas
-¡Léa! ¡Dame tu collar de perlas! ¿Me oyes, Léa? ¡Dame tu collar!
Ninguna respuesta surgió de la vasta cama de hierro forjado y cobre cincelado que brillaba en la oscuridad como una armadura.
-¿Por qué no quieres dármelo? Me sienta tan bien a mí como a ti, y casi mejor…
Al chasquido del cierre, los encajes de la cama se agitaron y dos brazos desnudos, magníficos, de muñecas finas, elevaron dos bellas manos perezosas.
-Déjalo, Chéri. Ya has jugado bastante con ese collar.
-Me divierte… ¿Tienes miedo de que te lo robe?
Ante los visillos rosa atravesados por el sol, Chéri bailaba, negro, como un diablo gracioso sobre el fondo de una hoguera. Pero cuando retrocedió hacia la cama se volvió completamente blanco, desde el pijama de seda hasta las babuchas de ante.
-No tengo miedo -contestó desde la cama la voz dulce y grave-. Pero desgastas el hilo del collar. Las perlas son pesadas.