Skip to main content
Blogs de autor

La tinta perdida

Por 5 de diciembre de 2012 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Joana Bonet

Lejos de entonar otro canto nostálgico, advierto que empieza a ser una excentricidad sacar una libreta para escribir algo más que un dato en unos tiempos donde lo físico se reemplaza por lo virtual, que además es ingrávido y requiere menos esfuerzo. Pertrechados en nuestra solitaria sala de máquinas, completamos la ilusión de estar conectados sin gastar más energía que la de un tecleo autodidacta. Desde el sexo al trabajo fijo o del ocio hasta las compras -showrooming se le llama a la nueva costumbre de ir a una tienda tan sólo a mirar modelos y precios para luego comprar on line-, la realidad cambia sus formatos y con ellos se desvanece una parte de nuestra idiosincrasia a la vez que se gesta el nuevo sesgo del presente. En las reuniones, mi cuaderno cada vez está más solo, rodeado de iPads y encantadoras pantallas en las que la gente escribe sin el susurro de la punta del bolígrafo sobre el papel. Ese sonido de mecedora, de tierno arañazo, de pulso inquieto que aguarda la pausa del párrafo, se sustituye por un adictivo y compacto cling. Atrás quedaron los mapas caseros o las postales abreviadas, ahora apenas escribimos a mano la carta a los Reyes de nuestros preescolares porque el género epistolar se proyecta vía e-mail, sin posibilidad alguna de perfumar el sobre para el enamorado cómo alguna vez hicimos de adolescentes.
Dicen que al escribir a mano el cerebro recibe retroalimentación de nuestras acciones motoras. Y está científicamente probado que refuerza el proceso de aprendizaje al involucrar varios sentidos. Sin olvidar el fetichismo: empezar una libreta es un placer tan incontestable como el pan caliente o la sábana recién lavada. Hasta el extremo de que la editorial Steidl lanza un perfume de papel; que Mac y Microsoft crean una ilusión de escritura manuscrita a través del teclado; o que algunos ya no podemos vivir sin el papel panamá de nuestros dietarios.
Un ensayo, The missing ink de Philip Hensher, avisa de cómo el gesto de la escritura registra nuestra individualidad y nuestra naturaleza más íntima. De nuestra verdad.
Dentro de pocos días, la casa especializada en manuscritos y autógrafos Profiles in History pondrá en manos de afortunados coleccionistas más de 300 cartas escritas por Napoleón, Dickens, Einstein, Mata-Hari o John Lennon que podrán respirar y atesorar, subastadas a precio de oro. Hurgar en ellas es una suerte de voyeurismo literario que ilustra acerca de la expresión humana del conocimiento y las emociones. En una de ellas, escrito en tinta, Van Gogh subrayó estas palabras: “El dolor nos recuerda que no estamos hechos de madera. Eso es lo bueno de la vida”. Ni de madera ni de plasma.

(La Vanguardia)

profile avatar

Joana Bonet

Joana Bonet es periodista y filóloga, escribe en prensa desde los 18 años sobre literatura, moda, tendencias sociales, feminismo, política y paradojas contemporáneas. Especializada en la creación de nuevas cabeceras y formatos editoriales, ha impulsado a lo largo de su carrera diversos proyectos editoriales. En 2016, crea el suplemento mensual Fashion&Arts Magazine (La Vanguardia y Prensa Ibérica), que también dirige. Dos años antes diseñó el lanzamiento de la revista Icon para El País. Entre 1996 y 2012 dirigió la revista Marie Claire, y antes, en 1992, creó y dirigió la revista Woman (Grupo Z), que refrescó y actualizó el género de las revistas femeninas. Durante este tiempo ha colaborado también con medios escritos, radiofónicos y televisivos (de El País o Vogue París a Hoy por Hoy de la cadena SER y Julia en la onda de Onda Cero a El Club de TV3 o Humanos y Divinos de TVE) y publicado diversos ensayos, entre los que destacan Hombres, material sensible, Las metrosesenta, Generación paréntesis, Fabulosas y rebeldes y la biografía Chacón. La mujer que pudo gobernar. Desde 2006 tiene una columna de opinión en La Vanguardia. 

Obras asociadas
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.