Jean-François Fogel
Hay mucha tensión en París por la apertura mañana jueves 23 de marzo del salón del libro. Es un evento regular. Este será el número 28, pero parece muy arriesgado por su tema principal: la literatura israelí. Dos razones principales: por una parte, entre los 39 escritores invitados, no hay uno que escriba en árabe, lo que provoca una montaña de protestas, y hasta de boicot por parte de países árabes; por otra parte, 2008 es el sesenta aniversario del Estado de Israel, y los que no se oponen a la idea de invitar a la literatura israelí opinan que no es conveniente hacerlo en un año que lleva un carga simbólica por los palestinos que perdieron su tierra.
¿Qué puedo decir? Los hechos: nunca he visto una apertura con tantas medidas de seguridad. La inauguración por la ministra de cultura, Christine Albanel, será un acontecimiento cultural y policial. Deja poco espacio para los libros en las noticias aunque hay que destacar, a parte de Israel, por lo menos tres opciones fuertes:
1. Una parte enorme de salón dedicada a los manga (que representan en este momento el 42% del enorme mercado francés de los cómicos)
2. Una exposición sobre el dibujante, actor, autor belga Philippe Geluck: su "Chat" (gato) tiene 25 años y sigue siendo un encanto.
3. Un intento de despliegue de los libros electrónicos.
La presencia de Geluck me encanta. Para mí es el evento más allá de lo de la literatura de Israel (con todo respeto para sus escritores). El Gato es el especial animal filosófico que opina sobre todo. Hay sitios que recopilan su sabiduría. Aparece en publicidades o en botellas de vino, tiene una dimensión comercial, pero es un gordo simpático e imprescindible en las tardes de melancolía. En español existen dos traducciones: el gato y el retorno del gato. Me parece que es mejor empezar por el segundo.