Javier Rioyo
Peor que un comunista: un mal español. Siempre recuerdo eso que Franco dijo sobre Berlanga después de ver en privada proyección "El verdugo". Yo me siento un mal español a la manera berlanguiana. Y un mal progre a mi manera. Si quieren insultarme llamándome progre no aciertan el tiro. Ni me insultan, ni lo soy, ni lo fui ni se me espera. Al menos que los progres sean traidores de sí mismos. Soy más bien conservador, por eso voto a los socialdemócratas. Nunca he sido comunista. Cercano al marxismo de los hermanos. Y al de Paul Lafargue que reivindicó la derecha. Admirador escritores como Junger, Mircea Eliade o Celine. Con todas mis simpatías por el descreído Cifran. Interesado por las religiones. Capaz de hacer kilómetros para encontrarme con una derruida vieja iglesia. Visitante de monasterios. Seguidor de Juan Sebastián Bach. Amante de la ópera. Jugador de golf. La película que prefiero del desaparecido Rohmer es "La Inglesa y el Duque" una ácida mirada contra el pueblo revolucionario en la Francia de la guillotina. Todas mis simpatías tiene el conservador De Maestre. Y me gustan los cínicos desde los griegos hasta Lech.
Firmo aquello que dijo una vez el maestro Joseph Pla a un joven anarquista: " Oiga, la naturaleza está llena de terremotos, de tempestades, de inundaciones y encima de tanto cataclismo ¿además quiere usted hacer la revolución?
Me emocioné en los lugares del Viejo Testamento en Palestina. He dormido en la iglesia de la Bocca de la Veritá en Roma, me llevé muy bien con los monjes ortodoxos. También he dormido, gracias a un familiar religioso, en el convento de la Estación de la Verónica en Jerusalén.
Gracias a Dios soy ateo desde que cumplí catorce años y me enamoré de Melibea. Crecí leyendo en ABC, y sigo frecuentando ese periódico liberal, monárquico y de derechas. También "La Vanguardia" y "El País". Soy del Atlético de Madrid. También me enamoré de Grace Slick, Catherine Deneuve y Patti Smith. Me encanta Santa Teresa, su vida y la imagen vaticana de Bernini, tan erótica. El poeta que mas me emociona sigue siendo San Juan de la Cruz. Desprecio a la mayoría de los que se suben a los púlpitos. A los que se cierran con su fe. Y a la mala gente. Recomiendo que se vea "La cinta blanca" para entender mejor con quiénes no quiero estar, crecer, hablar ni discutir.
Si que me emocionen algunas canciones de Víctor Manuel. Adore a Ana Belén. O sea amigo de poetas rojos o de cantantes tan disparatados como Sisa o Albert Pla. Si haber seguido y cantado a Bassens o Paco Ibáñez es ser progre. Pues sí. Lo seré. Pero al menos concederme que soy un mal progre. Intentaré ser peor.