Javier Rioyo
No hay fiesta el día de la República. La derrotaron, no nos dejaron conocerla y nos dejaron sin fiesta. A mi me daba mucha envidia la fiesta del 14 de Julio en Francia. Era una verbena nacional, la gente bailaba, bebían y se besaban bajo las bombillas. Nosotros no celebramos el 18 de Julio, al menos no lo hicimos desde que fuimos adolescentes. Hubiéramos querido celebrar el 14 de Abril, el Día de la República. No lo hicimos porque nos parecía una nostalgia de señores mayores, de profesores con barba, de gentes de vida sana y excursiones didácticas a la montaña.
Cuando hemos querido más a la República, cuándo tenemos más claro que sería lo natural para un pueblo que se normalice en sus gobiernos, en su madurez democrática, no hay ningún consenso. Estos Borbones caen muy bien, parecen republicanos. Incluso a mi me caen bien. Ya he confesado alguna vez que me gusta Letizia; pero eso es algo que no tiene que ver con su nuevo papel en nuestra política, ya me gustaba aquella chica que trabajaba en televisión. El caso es que seguimos sin celebrar la República. Algún brindis entre amigos que nunca pudimos vivir la fiesta de aquél 14 de Abril del año 31. Una fiesta que les hizo creer a nuestros antepasados que empezábamos a ser un país como la mayoría, liberados de monarquías y de creencias religiosas instaladas en el Estado. No es que estuviera muy bien nuestra República, pero se avanzaba hacia una vida mejor. No les gustó a esa pandilla desalmada y armada con sus cruces y sus mentiras. Ganaron. Pero no convencieron.
Ahora, esta mañana de Abril, estoy en París y sin aguacero y pienso celebrar la República. Incluso cantar como cuándo fuimos antifranquistas. Esta noche con muchos y con Raimon, nos daremos el gusto de celebrar el día de la República. No lo aplazaremos más. Recuerdo a Marcial- es decir me lo recuerda un elogio sobre el pesimismo sobre el que volveré- que dejó escrito: "Créeme cuando te digo que no es de sabios decir: viviré. Tardíamente se quiere vivir el día de mañana. Vive hoy". Pues hoy, eso, salud y República.