Javier Rioyo
Pensaba excusarme diciendo que apenas tengo tiempo. Estoy rodando un documental y eso, por más desordenado que se sea- y soy un maestro del desorden- te quita horas, ideas y ocupaciones que no estén vinculadas al documental.
Me sentí culpable de no hacer un mayor esfuerzo, aunque sólo sea porque algunos se asoman por esta barra por ver si hay nuevas bebidas, amigos o alguna mariposa que se cuele en este bar abierto. Y me confesé, sin confesor, que eso del tiempo era una falsa excusa. Y lo de andar escaso de ideas, tampoco es nuevo ni excusable.
Recordé al maestro de los escépticos del periodismo y otros ejercicios por escrito, hablado o narrado, Karl Kraus. El dejó escrito que "el periodista está estimulado por el plazo. Cuando tiene tiempo, escribe peor".
Entonces si no es el tiempo, ni la urgencia, ¿será la ausencia de temas? Es posible. También es verdad que si uno no tiene ideas las copia. O las plagia. Volveré por dónde solía. Seguiremos robando, copiando y sirviéndonos de las ideas y los escritos de los demás. Al menos seguimos leyendo. Incluso repetimos lecturas.
Termino con una reflexión tomada, una más, al inevitable Kraus. Una idea con la que me iré a la cama. Me debería ir con algo más, pero al menos no con menos.
"Los niños no entenderían por qué los adultos se resisten al placer; y los viejos tampoco lo entienden" Y yo, tampoco. ¿Qué seré?