Iván Thays
JD Salinger y su novela más famosa. Fuente: NYTEl final de una década, una caja que se cierra. El extraordinario J.D. Salinger murió a los 91 años sin salir de los muros de su fortaleza y su exilio interior. Sin duda, tendremos decenas o centenares de comentarios al respecto en diarios y blogs de todo el mundo. ¿Qué quedará de él ahora que su silencio editorial es definitvo? Algunos cuentos de Nueve cuentos, sin duda. La primera vez que leímos El guardian entre el centeno y nos identificamos con Holden Caufield. La existencia de la familia de genios neuróticos y precoces, los Glass. Algunas frases subrayables de sus últimas novelas. La chismografía alrededor de su vida, que incluye la pedofilia, los ataques de su hija y la fama de ogro. Su búsqueda incesante de una verdad zen, que no se pueda explicar con palabras, como el sonido de una palmada de una sola mano. El New York Times le hace un extenso obituario. Aquí, el anuncio oficial de su muerte:J. D. Salinger, who was thought at one time to be the most important American writer to emerge since World War II but who then turned his back on success and adulation, becoming the Garbo of letters, famous for not wanting to be famous, died Wednesday at his home in Cornish, N.H., where he had lived in seclusion for more than 50 years. He was 91. Mr. Salinger?s literary representative, Harold Ober Associates, announced the death, saying it was of natural causes. ?Despite having broken his hip in May,? the agency said, ?his health had been excellent until a rather sudden decline after the new year. He was not in any pain before or at the time of his death.?