Iván Thays
Fabio Morabito en Argentina
Pero dos entrevistas no son suficientes. La Revista Ñ consigna la presentación de los dos libros de cuentos de Fabio Morabito en Argentina, editados por Eterna Cadencia, y lo hace a través de frases citables en un almuerzo, entradas enciclopédicas digamos. Ahora está en la Patagonia. Volverá el martes 9 de este mes a seguir conversando con sus lectores en la librería.
Aquí algunos ítems:
LOS INSATISFECHOS. Un escritor es el que, en rigor, no sabe escribir. Nadie sabe escribir, pero un escritor es el que se da cuenta y convierte eso en un problema. El escritor norteamericano E. L. Doctorow cuenta una anécdota sobre la vez que tuvo que escribir un justificativo de la ausencia de su hijo a la escuela. Lo escribió muchas veces, porque quien es verdaderamente escritor, hasta cuando escribe algo banal se enfrenta al problema del lenguaje. No resiste un mal adjetivo, un problema sintáctico, una coma mal puesta. En cambio quien solamente redacta, no pasa por ese problema. Redacta de manera clara, comunicativa. Esa es la gran diferencia, entre ser alguien que lucha contra el lenguaje y siente una gran insatisfacción, y la redacción que simplemente sirve para fines prácticos.
PROBLEMAS. Cada vez más hay obras de escasa calidad. Pero un escritor sigue enfrentándose a los mismos problemas a los que se han enfrentado todos. Cambia el estilo, cambia la forma de comunicación, por supuesto. Pero el compromiso artístico ?escribir con cierta originalidad, cavar en profundidad ? eso no cambia.
AQUÍ, LATINOAMÉRICA. Cuando un libro atrapa, qué nos importa si el autor es mujer, hombre, viejo, joven, exitoso, desconocido, checo. Me considero latinoamericano porque estoy aquí, y por la lengua. A mí me dio gusto el premio a Vargas Llosa porque en muchos sentidos representa un tipo de escritura que ya ha caducado, y no todo lo que él ha escrito a mí me interesa. Me parece que si esta literatura de aspecto decimonónico se puede sostener, ¿por qué no? Una parte nuestra necesita todavía un tipo de secuencia y de narración más tradicional. No es como con otros Premios Nobel que uno se pregunta: ?Caramba, ¿por qué se lo dieron a Dario Fo, un excelente actor y un escritor mediocre? Pero ojo, porque la nueva literatura, a veces puede tener los visos exteriores de mucha modernidad y los contenidos pueden ser terriblemente añejos, con imaginarios muy desfechados.
ETERNO EN SU CADENCIA. Uno tiene que saber de qué está hecho. Yo no soy Vargas Llosa ni García Márquez. Yo pertenezco a una franja numerosa de escritores que también hacen literatura seria pero que no viven de la literatura. Eso es muy importante para decir: ?Bueno, ¿qué espero yo de un editor??Un trato personal: simplemente, que no sea un gran fábrica de libros, sino donde sienta que hay respaldo y afinidad. El editor es el primer lector oficial. Yo creo que los grandes editores han sido siempre capaces de mantener eso. Sentirse en casa. Las editoriales chicas tienen la ventaja de prestarle más atención a cada escritor.