
Eder. Óleo de Irene Gracia
Iván Thays
Luciano Galletti celebrando el 3-2 contra el Real Madrid, que tanto emocionó a Martínez de Pisón
“El Cultural”, con la piel metida en la Euro2012 que empezó hoy (con goleada de Rusia contra República Checa) ha convocado a once escritores españoles para que comenten cuál es el partido que más recuerdan.
Algunos textos son estupendos.
Historia de una traición
El partido de mi vida -recuerda el poeta y narrador César Antonio Molina, que acaba de publicar Donde la eternidad envejece (Destino)- fue el que enfrentó al Deportivo de La Coruña con el Inter de Milán en el decano de los torneos estivales de fútbol, el Teresa Herrera, que se celebra en mi ciudad, La Coruña. Era la década de los años sesenta y visité Riazor con la ilusión de ver ganar a mi equipo y con el aliciente de volver a ver a nuestro futbolista más ilustre, Luis Suárez, que por aquellos años, y tras su paso por el Barcelona, había recalado en el Inter de Milán. Y con él llegó mi mayor decepción futbolística ya que un gol suyo eliminó al Deportivo del torneo. Y a mí, que todavía albergaba esa ilusión incondicional de la niñez, me parecía inconcebible que un coruñés como Luis Suárez hubiera dejado fuera del torneo al equipo de su ciudad. Después de aquello nunca me interesó demasiado el deporte rey?.
La final perdida en Bruselas
Si hay una autora con los colores de su equipo (rojiblancos) tatuados en el alma ésa es Almudena Grandes, que golea en el Paseo del Retiro con El lector de Julio Verne (Tusquets). ?El de mi vida y como soy del Atleti, es un partido que perdió mi equipo: la Final de la Copa de Europa de 1974, aquella de Bruselas que hubo que repetir porque nos metió un gol el Bayer de Munich en el último minuto de la prórroga. Me acuerdo que el segundo día, el del partido de desempate, salí de la Facultad e iba en el metro a mi casa pensando que ibamos a perder, a perder, a perder. Y perdimos. Es el que me jor recuerdo, por la tensión, porque era como mentira que pudieramos ganar…. Lo vi en televisión pero luego, con el tiempo, supe que mi amigo Chus (Visor) sí había estado ahí?. A pesar de tanto desengaño, ha conseguido contagiar su pasión a su hijo mayor, Mauro,al que una vez, con ocho años, vio llorando ante el televisor, sentado en el suelo, después de ver como caía su equipo y le dijo: ?Mauro, yo ya soy muy mayor, pero tú, ¿por qué no te haces del Real Madrid y te evitas estos disgustos? Y el niño, muy serio, me preguntó que cómo podía decirle eso… Por eso, cuando el Atleti jugó hace un par de años en Hamburgo la final de la Europa League, que ganamos frente al Fulham, le conseguí una entrada y le dije que fuera por lo mal que todos estos años lo había pasado?.
El gol de Galletti
Al hacer memoria, Ignacio Martínez de Pisón, premio de la Crítica por El día de mañana (Seix Barral), comenta que solo fue una vez al fútbol con su padre, al estadio Las Gaunas, y que su última pasión futbolera nació precisamente tras un partido entre el Logroñés y el Zaragoza que no pudo ver terminar: se enfrentaban los dos clubes de sus amores infantiles; iba con su hermano mayor, y rondando el minuto 90, con empate a cero, se fueron: a las puertas del estadio, escucharon a la multitud celebrar el gol del Zaragoza, que desde entonces siempre sería su equipo. Por eso no duda al señalar el encuentro más importante que ha vivido en un campo de fútbol: ?Fue la final de la Copa del Rey que el Zaragoza ganó al Real Madrid el 17 de marzo de 2004, en el estadio de Montjuic, con un tiro de Galleti desde fuera del área en el minuto 112 de la prórroga. Es el último título que ha conseguido mi club, un equipo que ha empezado el siglo XXI con bastante mal pie, porque ha tenido dos descensos seguidos y este año se ha salvado por los pelos de volver a bajar. Desde que comenzó el siglo nuestro partido más memorable es esa final, porque dentro de la miseria en la que vivimos los zaragocistas ese título nos redime de todas las angustias que sufrimos y que provoca el equipo. No es, sin embargo, el más importante: ése lo vi en casa, por televisión, y fue la mítica final de la Recopa, en la que, en el año 1995, con un gol mágico de Nayim, el derrotamos al Arsenal?.