
El tiempo de los emperadores extraños
12 de octubre de 2007
«-Si aquí ya no importan los vivos, imagínese los muertos. La frase sin esperanza que le había dirigido meses atrás un oficial retumbó en la cabeza del sargento Espinosa como si hubiera sido pronunciada en el interior de una catedral. Minutos antes, su asombrada orden había hecho que, en un acto reflejo, el grupo de soldados se pusiera en pie cambiando precipitadamente las latas de carne y los cubiertos del condumio por máusers.» Leer más

La batalla del calentamiento
12 de octubre de 2007
«El hombre corría entre alerces y coihues, adentrándose en el bosque; el lobo iba detrás. Así vista la escena tenía lógica: se espera que la presa huya y que el predador se lance a perseguirla. Pero al segundo vistazo las inconsistencias se hacían evidentes. El lobo avanzaba con un trote amable, como si no tratase de morder talones sino de conservar la distancia. Y el hombre era enorme, el Kilimanjaro en movimiento. Semejante coloso podía defenderse a mano limpia, descabezando al lobo como quien arranca una manzana» Leer más

Un hombre de palabra
12 de octubre de 2007
«Ya no recuerdo cómo era antes de conocerle. Sólo sé que yo andaba de un lado para otro con mis huevos, en busca de un lugar donde guardarlos todos, porque detestaba la idea de ponerlos en recipientes distintos, de separarlos. Un único cesto, quería yo. Y cuando conocí al Cometa, tras un duro aprendizaje sentimental, conseguí este gran objetivo. El Gran Objetivo. Inquietud, calor, cerebro, ternura, confort... Complicidad y polémica. Pasión y compasión... El sereno fuego de la chimenea y la aventura turbadora, todo en la misma mirada.» Leer más

Comer y beber a mi manera
12 de octubre de 2007
«Uno de los ejercicios más temerarios que puede realizarse en esta vida consiste en entrar en un restaurante donde no conoces al dueño, ni al cocinero, ni al maître, ni a ningún camarero, a un restaurante que tampoco te ha recomendado un amigo de confianza y sentado a la mesa pedir cualquier plato y que te lo sirvan cubierto con una salsa y sin encomendarte a Dios ni al diablo, lo hagas pasar por la garganta hasta depositarlo en la intimidad de ti mismo. De esa clase de veneno estamos hechos.» Leer más

Historia secreta de Costaguana
12 de octubre de 2007
«Digámoslo de una vez: el hombre ha muerto. No, no es suficiente. Seré más preciso: ha muerto el Novelista (así, con mayúscula). Ya saben ustedes a quién me refiero. ¿No? Bien, lo intentaré de nuevo: ha muerto el Gran Novelista de la lengua inglesa. Ha muerto el Gran Novelista de la lengua inglesa, polaco de nacimiento y marinero antes que escritor. Ha muerto el Gran Novelista de la lengua inglesa, polaco de nacimiento y marinero antes que escritor, que pasó de suicida fracasado a clásico vivo, de vulgar contrabandista de armas a Joya de la Corona Británica. Señoras, señores: ha muerto Joseph Conrad. Recibo la noticia con familiaridad, como se recibe a un viejo amigo. Y entonces me doy cuenta, no sin cierta tristeza, de que me he pasado la vida esperándola.» Leer más

El Fantasista
12 de octubre de 2007
«Fue un lunes de octubre cuando aparecieron caminando por en medio de la calle desierta. Era la hora de la siesta en la pampa. En el aire no corría un carajo de viento y un sol de sacrificio fundía los ánimos de todo lo que respirara sobre la faz de la tierra. El hombre y la mujer avanzaban silenciosos bajo la incandescencia del cielo. Él venía delante, y ella, dos pasos atrás; ella cargaba una pequeña maleta de madera con esquinas de metal, y él traía una pelota de fútbol bajo el brazo, blanca y con cascos de bizcochos (de entradita supimos que era una de esas profesionales).» Leer más