Clara Sánchez
Si no supiésemos nada de China, lo que sabríamos después de estos Juegos es que tienen un director de cine llamado Zhang Yimou, capaz de montar una inauguración y cierre con gran imaginación, gusto y habilidad para organizar a cientos de personas como si fuesen una sola. Nos hemos quedado sorprendidos, sobre todo después de haber visto películas suyas como Ni uno menos, que es absolutamente lo contrario a este espectáculo por su sencillez, cotidianidad y búsqueda de la naturalidad a costa de lo que sea. Una escuela rural, una niña de trece años que tiene que ejercer de maestra en sustitución de la titular y la frase de "ni uno menos", que significa que ha de lograr que ningún alumno deserte para que ella pueda cobrar su salario.
En esta película, aunque sin pillarse los dedos, nos muestra la otra cara de China. En la de los Juegos sólo le hemos admirado el trabajo de Zhan Yimou, porque hemos apagado el televisor sin ver nada de este país, salvo trozos de la Muralla China. Aún no entiendo por qué se han celebrado allí los juegos, ¿para apoyar su régimen? China es grande y fuerte, Cuba es pequeña y pobre.