Clara Sánchez
La economía se resquebraja porque esto ya no sirve. "La codicia", que dijo Joaquín Almunia. Utilizó una palabra que explica muy bien el funcionamiento de un mundo que te obliga a ser codicioso para no ser un fracasado. El que todo este tinglado resistiese más tiempo habría sido milagroso si hubiese estado sostenido por ángeles, pero lo gestionan mortales que no calibran bien sus fuerzas. Y ahora todos a pagar las consecuencias. La codicia… y la soberbia. Antes nos conformábamos con ser artesanos, ahora hay que ser diseñador o no eres nada. Nos hemos olvidado de usar las manos, de hacer cosas, de saber trabajar el vidrio o de tallar la madera o de cortar unos pantalones. La artesanía tendrá que volver a resurgir. No sólo los oficios, los talleres, sino nuestro espíritu artesano de la vida y del día a día, sin la necesidad imperiosa de que nos lo den todo hecho desde algún lugar lejano.