Clara Sánchez
No sé qué morbo puede tener abrir una fosa común de la Guerra Civil y sacar los restos de los asesinados para enterrarlos en otra parte. La utilización de la palabra "morbo" por parte de la familia de Federico García Lorca para justificar su deseo de que los restos del poeta descansen donde cayeron el terrible día de su fusilamiento me ha parecido excesiva tratándose de una situación que no es única, sino en la que se encuentran miles de afectados. La figura de García Lorca, su obra, su personalidad, su trágica muerte siempre ha suscitado un enorme interés, un gran poder de atracción, que a nadie se le ha ocurrido, hasta ahora, llamar morbo, pero que una vez despertada la fiera…. quién sabe. Aparte de que la postura de la familia García Lorca no tenía futuro puesto que con el poeta están enterradas otras personas, cuyas familias sí quieren que se abra la fosa y tienen todo el derecho de hacerlo.
A mí particularmente lo único que me importa es lo que nos dejó escrito, pero su figura está inmersa en el proceso de recuperación de la memoria histórica que a todos nos concierne, a quienes hemos tenido a alguien en una fosa común y a quienes no.