Skip to main content
Escrito por

Iván Thays

Iván Thays es escritor peruano (Lima, 1968) autor de las novelas "El viaje interior" y "La disciplina de la vanidad". Premio Principe Claus 2000. Dirigió el programa literario de TV Vano Oficio por 7 años. Ha sido elegido como uno de los esccritores latinoamericanos más importantes menores de 39 años por el Hay Festival, organizador del Bogotá39. Finalista del Premio Herralde del 2008 con la novela "Un lugar llamado Oreja de perro".

Blogs de autor

Ya está todo listo para el FESTIVAL DE LA PALABRA en el…

Ya está todo listo para el FESTIVAL DE LA PALABRA en el iluminado San Juan de Puerto Rico. A partir del martes 4 de mayo y durante una semana, 65 autores, entre internacionales y portorriqueños, hablarán en torno a la palabra, la literatura, el castellano. Como ven en la foto, el Festival ha tomado directamente las calles y comercios está por todos lados (en un par de días, por cierto, estaré en ese Centro Comercial rumbo a mi nueva MacBook Pro). Si quieren saber más del Festival, pueden ir a la página  http://www.festivaldelapalabra.net/.  Para conocer la lista completa de autores participantes hacer clic en este enlace. Para conocer el Programa Completo, hacer clic en este enlace.

Leer más
profile avatar
1 de mayo de 2010
Blogs de autor

Una mala generación de hombres

Maryann Burk Carver y Ray en 1972. Fuente: Gary McNair/From ?What It Used to Be Like Raymond Carver. A Writer?s Life de Carol Sklenicka, una biografía extensa del gran cuentista norteamericano, centrada especialmente en su relación con su milior fabro Gordon Lish, ha sido comentada por Stephen King. El mismo, no es un error y no se sorprendan que todo puede pasar. La revista Ñ ha traducido la reseña del Señor best seller sobre el Señor long seller. King resume varios ítems que recorre Sklenicka. El más interesante para mí (un poco harto, la verdad, del tema Lish-Carver) es el relativo a la imagen absolutamente inolvidable de su primera esposa, Maryann Burk Carver, envasando fruta durante dos semanas para comprarle una máquina de escribri a Ray. Ya no hay mujeres así (da lo mismo, mientras exista Mastercard todo bien). Dice la nota:

Era Maryann Burk Carver la que ganaba el pan en aquellos años mientras Ray tomaba, pescaba, estudiaba y empezaba a escribir los relatos que una generación de críticos y docentes calificaría erradamente de ?minimalistas? o de ?realistas sucios?. El talento literario suele tener sus propias reglas, pero los escritores cuyo trabajo deslumbra por su profundidad y misterio a menudo son monstruos prosaicos en su casa. Maryann conoció al amor de su vida ?o su calvario; Carver parece haber sido ambas cosas? en 1955, cuando trabajaba en un Spudnut Shop de Union Gap, Washington. Tenía catorce años. Cuando ella y Carver se casaron en 1957 le faltaban dos meses para cumplir 17 años y estaba embarazada. Antes de cumplir 18 descubrió que estaba embarazada otra vez. Durante los siguientes veinticinco años fue camarera en bares y restaurantes, vendedora de enciclopedias y maestra. Poco después de casarse pasó dos semanas envasando fruta para comprarle a Carver su primera máquina de escribir.Ella era hermosa; él era tosco, posesivo y, en ocasiones, violento. Carver consideraba que sus propias infidelidades no justificaban las de ella. Cuando Maryann incurrió en un ?flirteo? luego de haber bebido un poco en una comida en 1975 ?época para la cual el alcoholismo de Carver se encontraba en su apogeo?, la golpeó en la cabeza con una botella de vino. Le cortó una arteria cerca del oído y casi la mata. ?Necesitaba ?una ilusión de libertad??, escribe Sklenicka, ?pero no podía soportar la idea de que ella estuviera con otro hombre?. Es uno de los pocos momentos en que Sklenicka da muestras de solidaridad con la mujer que mantuvo a Carver y que nunca pareció dejar de amarlo. Si bien Sklenicka transmite cierta veneración por Carver escritor y sin duda entiende la influencia destructiva que tuvo el alcohol en su vida, prácticamente no abre juicio en lo relativo a Carver como borracho desagradable y marido desagradecido (además de, en ocasiones, peligroso). Cita a la novelista Diane Smith (Letters from Yellowstone), que dijo ?Fue una mala generación de hombres?, y deja las cosas ahí. Cuando cita declaraciones de Maryann, que se calificaba de ?Cenicienta literaria que vive en el exilio en aras de la carrera de Carver?, la primera esposa aparece sólo como una ex mujer quejosa. Ray y Maryann estuvieron casados veinticinco años, y fue durante esos años que Carver escribió el grueso de su obra. El tiempo que pasó con la poeta Tess Gallagher, la única otra mujer importante de su vida, fue menos de la mitad que eso.Sin embargo, fue Gallagher la que cosechó los beneficios personales de la sobriedad de Carver (dejó de tomar un año antes de que ambos se enamoraran), así como también los económicos. Durante el juicio de divorcio, el abogado de Maryann dijo ?eso me incomoda y en cierto grado atenta contra mi capacidad de disfrutar de los cuentos de Carver? que sin un acuerdo judicial digno, la vida de Maryann luego del divorcio sería ?como una bolsa de picaportes que no abrirían puerta alguna?.La respuesta de Maryann fue: ?Ray dice que va a mandar dinero todos los meses, y yo le creo?. Carver cumplió la promesa, con cuotas de protesta. Cuando murió en 1988, sin embargo, la mujer que lo había sostenido económicamente descubrió que había quedado al margen del cobro del producto de la venta de los populares tomos de cuentos del escritor.

Leer más
profile avatar
30 de abril de 2010
Blogs de autor

El 3 de mayo ya estará a la venta Escenario de guerra, de la…

El 3 de mayo ya estará a la venta Escenario de guerra, de la autora chilena Andrea Jeftanovic. Escenario de guerra fue galardonada con el Premio Juegos Literarios Gabriela Mistral, Consejo Nacional del Libro y la Lectura a la mejor obra editada ese año, y mención honrosa del Premio Municipal 2001.De Escenario de guerra se han dicho cosas como: ??  es una alta apuesta para esta joven escritora. Una apuesta arriesgada, especialmente en tiempos de rating y ranking de ventas. Quizás por eso atrae desde las primeras páginas de este nuevo camino que se abre para contar involucrando al lector.? (Roberto Amaro, La Nación). Más información: http://edicionesbaladi.blogspot.com/

Leer más
profile avatar
30 de abril de 2010
Blogs de autor

Barnett Newman. Sín Título, 1946 Provocación ilusoria de un…

Barnett Newman. Sín Título, 1946 Provocación ilusoria de un accidente mortal He aquí el ciego, que sólo ve la vida en el recuerdo.Era la playa estrecha e irregular, junto al mar sosegado                                                               en el crepúsculo; y el mundo va a morir, porque en la soledad y en la bellezatendrá lugar el acto del amor dentro del agua.Desnudos reposamos en la orilladel sur del Adriático platino,y aguardamos la noche en nuestros ojos.Mas no vino la noche; sí el infortunio(la vida sucedida desde entonces).Y aquella brisa falsa, ya en el coche,mientras los faros amarillos desunían la intimidad                              de la fatiga y aquel país extraño.Ahora acerco tu rostro hasta mi boca,y quiero que mi vida y tu historia concluyan bruscamente.Y así existe el poema, no fue escrito por nadie. FRANCISCO BRIONES

Leer más
profile avatar
28 de abril de 2010
Blogs de autor

¿Recitales? ¡Los de mi tiempo!

Poeta. Fuente: la noche de los puentes                                                                              GUERRA DE PULGARES Recuerdo que mi ingreso a la Universidad, a mediados de la década de los 80, estuvo marcada por dos cosas: las revistas literarias (que me vendían con bonos de pre-publicación) y los recitales poéticos, a los que asistía siempre, por lo menos uno cada mes, algunos universitarios nomás pero otros Mega recitales, como aquel en el Centro Cultural Soviético (en aquella época la URSS aún existía y pagaba centros culturales y becas a alumnos), donde cada viernes recitaban dos poetas de generaciones distintas, ante los aplausos del público de adelante y los agresivos insultos de los de atrás (casi todos ellos sazonados poetas de ?Kloaka? o afines). Sobre aquellas épocas, y sobre los recitales poéticos en general, ha comentado Gustavo Faverón en su blog y encontró respuesta en el poeta (que leía en todos los recitales durante los 80) Jorge Frisancho. Con esto empieza la sección ?Guerra de Pulgares?. Gustavo Faverón.-  Los recitales de poesía, que son el más burgués de los ritos literarios, son una costumbre heredada sobre todo, curiosamente, por quienes más antiburgueses se proclaman. Los recitales del antiguo modernismo hispanoamericano eran una mezcla de soirée de damas de tertulia y concierto de Julio Iglesias: los poetas declamaban encaramados en un podio y luego firmaban álbumes con rúbricas, garabatos y florecitas e improvisaban al margen de la página sus peores rimas ?de ocasión?. Los recitales de la vanguardia europea, y por calco y herencia los latinoamericanos, eran bastante menos reverentes en forma, tenían algo de la calidad de un acontecimiento estético en sí mismos, y muchas veces eran, además, precisamente antiburgueses. Pero no dejaban de ser el mostrador de exhibición de quienes se sentían distintos y adelantados. La última transformación más o menos fundamental vino con los beats, la acogida del jazz en el mundo poético, la experiencia de la música y la poesía reunidas nuevamente, como en su origen mítico y en su pasado histórico, y otra vez los recitales fueron presididos por el espíritu de la protesta anti-establishment. Pero yo no vi ninguno de esos. Yo lo que vi fue la procesión interminable de los egos grandotes y los poemas chiquitos: la vanidosa exposición de lo crudamente mediocre en una ceremonia de orgullos olímpicos. Lo que vi fue a poetas más interesados en el espacio, los ojos y las bocas del recital que en los textos escritos o compuestos. El recital limeño es como el concurso de belleza de los feos y los jurados tuertos: cada quien está listo para ser democráticamente deslumbrado por lo que le guste a la mayoría o para emitir el juicio destructor de lo que disguste a la mitad más uno; todos están seguros de que al lado de lo propio lo ajeno es un galimatías insípido y hueco; noventa y nueve de cada cien poemas son idénticos e idénticamente olvidables y el que es diferente resulta poco menos que imperceptible, opacado en la marisma de medianías. Los recitales se han devaluado cada vez más, por cierto. Si alguna vez marcaron hitos en la esfera pública, hoy son hitos de la historia privada, rincones meramente propios en la autobiografía, o, en el mejor de los casos, casetas de peaje en el callejón sin salida del colectivo miniatura, del grupúsculo incoloro que piensa estar escribiendo leyendas aunque nadie jamás las lea. Jorge Frisancho.- En desacuerdo contigo, Gustavo. Y mira que desde aquellos años de la PUC, que compartimos (y donde creo que alguna vez hasta leímos juntos), no leo en público con mucha frecuencia, en parte por elección, en parte porque no me invita, y en parte porque no vivo en Lima. En desacuerdo también con los que se quejan de que mucho de lo que se escucha en recitales es de bajo nivel. Para mí el punto no es ese, aunque sea cierto. El punto es que los recitales y lecturas públicas, en especial los que reúnen y promueven a escritores jóvenes o nuevos, tienen una importancia difícil de sustituir en la circulación y difusión del trabajo poético y en la generacion de un público para él. No hay demasiados de esos mecanismos, y yo digo que es ejor que los haya, aunque no todos salgan bien. Y eso de que los recitales poéticos son una tradición burguesa dice en realidad muy poco. Muchas ceremonias y prácticas de nuestra vida cultural son inevitablemente ?burguesas? así en un sentido genérico y amplio (como escribir novelas, y leerlas -o ir al cine, vamos) y eso no las invalida. Que haya mucho poeta mediocre en el mundo, mucho poema mediocre, mucho recital aburrido y mucho payaso sin circo es, en realidad, un mal menor, comparado con la alternativa: que la poesía no circule y no tenga audiencia.

Leer más
profile avatar
28 de abril de 2010
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.