Skip to main content
Blogs de autor

Diálogo en silencio

Por 8 de febrero de 2008 Sin comentarios

Andrés Ortega

Fue una experiencia humana enriquecedora, la de "Diálogo en Silencio" en el último Foro Económico Mundial de Davos. Unos sordos (algunos también mudos) guían a un grupo de participantes con cascos para suprimir todo sonido, a través de algunas experiencias de comunicación. El objetivo -el año anterior se hizo uno con ciegos, "dialogo en la oscuridad"– es demostrar cómo se puede comunicar la gente con signos. No enseñar el lenguaje de los signos, sino enseñar que, en este caso, el lenguaje debe ser visible para ser entendido. Los participantes descubren sus capacidades de expresión no verbal, y sordos y no sordos, y mudos y no mudos, se encuentran. Quizás resultaría útuil incluso en política.

El experimento primero se lleva a cabo en conjunto con unas 20 personas, luego en grupos en los que hay que recomponer unas frases de una noticia que se muestra en un televisor, o reconstruir una historia. O finalmente resolver un problema para reducir costes en una empresa. Según uno de los sordos, es muy revelador en un grupo al que se le da el papel ver quién lo coge primero y cómo lo orienta.

Cuando los participantes se quitaron los cascos, la cháchara se hizo ensordecedora, como si hubiera una explosión de necesidad de hablar. Y ahí empezó también una serie de explicaciones por uno de los sordos, universitario, que había aprendido a leer tan bien los labios (lo que dominaba era el alemán y el inglés) que la policía alemana le consultaba para que adivinara en qué idioma hablaban algunas personas de las que tenían grabaciones en la calle.

La velocidad del lenguaje de signos (que varía, naturalmente, en cada lengua) es impresionante, y más rápida que el lenguaje verbal, pues usan las manos, los labios y las expresiones de la cara. No dan la sensación de perderse nada. Empresiona la explicación de cómo logran aprender a comunicarse a sordomudos que se quedan ciegos, por medio no sólo del braille sino con signos sentidos en la mano.

Curioso fue el comentario de una joven participante de Estados Unidos a la que le chocó que, con los cascos, la gente se tocara para llamarse la atención o comunicar. "No estoy acostumbrado a eso en mi país", comentó.

Los organizadores, dirigidos por su fundador alemán Andreas Heinecke, que no es sordo ni mudo, han hecho exposiciones y talleres de este tipo en diversos lugares de Francia a Israel o México. Próximamente abrirán en Barcelona.

profile avatar

Andrés Ortega

Andrés Ortega Klein nació en Madrid en 1954. Es hijo de español (José Ortega Spottorno fundador de Alianza Editorial y de El País e hijo a su vez de José Ortega y Gasset) y francesa (Simone Ortega, autora de 1.080 recetas de cocina). Estudió bachillerato francés en Madrid, se licenció en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense y posteriormente realizó un Master en Relaciones Internacionales en la London School of Economic (LSE) con una beca de la Fundación March. En Londres inició su carrera periodística como corresponsal para El País, pasando posteriormente a Bruselas donde cubrió el final de las negociaciones de ingreso de España en la hoy Unión Europea.  Durante la primera Presidencia española del Consejo comunitario en 1989, trabajó como asesor ejecutivo para el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. A principios de 1990, pasó al recién creado Departamento de Estudios de la Presidencia del Gobierno encabezado por Felipe González, que dirigió entre 1995 y 1996. Se incorporó entonces a la sección de Opinión de El País como editorialista y columnista. En 2004, se convirtió en el primer director de Foreign Policy Edición Española (FP), publica por la Fundación FRIDE.  Junto a su labor de análisis de la realidad internacional en El País y en FP, ha publicado en numerosos medios especializados en España y otros países y participado en los principales foros. Ha publicado cuatro libros: El purgatorio de la OTAN (1986), La razón de Europa (1994); Horizontes cercanos: Guía para un mundo en cambio (2000) y La fuerza de los pocos (primavera de 2007). En 2002 fue galardonado con el Premio Madariaga de Periodismo Europeo (prensa escrita).

Obras asociadas
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.