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Cambio y corto

Por 23 de enero de 2017 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Joana Bonet

Vivo pegada a mi MacBook Air, dependo de él. Lo llevo en el bolso, bajo el brazo, en taxis o conferencias. Lo saco en todas partes, asegura mi memoria: busco en sus archivos, abro y cierro carpetas igual que cajones, me siento como en casa. Pero a la vez mantengo idéntica domesticidad con un pequeño cuaderno de piel lacada y papel panamá azul inglés sin el que no puedo ir a ninguna parte, ni al médico o al cine. Cabe en el bolsillo, no pesa y me hace buena compañía. Esos cuadernos son notarios de mis días, en ellos anoto palabras nuevas y viejas, y han acabado conformando una de mis más preciadas colecciones: azules, lilas, rojos, negros, combados por el tiempo y cubiertos de escrituras rápidas y lentas. No obstante, ese acto tan sencillo de llevar una libreta, abrir una página y tomar nota de algo, un título, una idea, se ha convertido hoy en una actividad jurásica. Ya no se anota, en su lugar se fotografía, se teclea o se graba. Así lo muestra el estudio Vuelve a escribir realizado por Ipsos, que ­revelaba cómo la tecnología ha transformado los hábitos de la escritura: el 75% de los españoles escribe a diario sólo a través de un teclado. Y una gran parte sustituye la ortografía por los emojis.
Sin embargo, una nueva modalidad arrecia en las avenidas y las estaciones de metro, mucho más sonora, casi fantacientífica: androides que avanzan por la calle hablándole a su teléfono, sostenido como si fuera un espejito. Los mensajes de voz han perdido el sentido del ridículo y se han convertido en moneda diaria, dejando atrás el atávico miedo al micrófono que ha perseguido a varias generaciones de españoles, aterrorizados de tener que hablar en público. Digamos que el pudor se ha desvanecido, que hoy todo el mundo puede agarrar un micro y retransmitir su vida en directo. Estos audios también conectan con la infancia: ese cambio y corto de los walkie-talkies que nos hacían sentir importantes al hablar a distancia, aunque fuera en el pasillo, y por un canal privado.
WhatsApp lanzó Push to talk en el 2013 y enganchó a jóvenes y a mayores: los adolescentes están encantados –lo explicaba Esteve Giralt en La Vanguardia– “con una forma de conversar asíncrona más ágil y cómoda que la escritura y la lectura”, y en cuanto a los mayores, digamos que no les hacen falta las gafas.
La voz a menudo llega más diáfana que la palabra escrita. No admite tantas suspicacias ni dobles significados. Pero, a la vez, resulta invasivo e impúdico que los mensajes de audio, en un espacio público, no se contenten con la oreja y sean reproducidos con el altavoz. El otro se hace más presente, a veces escuchándose a sí mismo, porque debe de hacer natural lo que no lo es: hablar sabiendo que se está grabando. El otro día, en un vagón de tren diez personas parloteaban con las manos libres, convirtiendo su conversación privada en pública, tan necesitadas de un altavoz.
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Joana Bonet

Joana Bonet es periodista y filóloga, escribe en prensa desde los 18 años sobre literatura, moda, tendencias sociales, feminismo, política y paradojas contemporáneas. Especializada en la creación de nuevas cabeceras y formatos editoriales, ha impulsado a lo largo de su carrera diversos proyectos editoriales. En 2016, crea el suplemento mensual Fashion&Arts Magazine (La Vanguardia y Prensa Ibérica), que también dirige. Dos años antes diseñó el lanzamiento de la revista Icon para El País. Entre 1996 y 2012 dirigió la revista Marie Claire, y antes, en 1992, creó y dirigió la revista Woman (Grupo Z), que refrescó y actualizó el género de las revistas femeninas. Durante este tiempo ha colaborado también con medios escritos, radiofónicos y televisivos (de El País o Vogue París a Hoy por Hoy de la cadena SER y Julia en la onda de Onda Cero a El Club de TV3 o Humanos y Divinos de TVE) y publicado diversos ensayos, entre los que destacan Hombres, material sensible, Las metrosesenta, Generación paréntesis, Fabulosas y rebeldes y la biografía Chacón. La mujer que pudo gobernar. Desde 2006 tiene una columna de opinión en La Vanguardia. 

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